Tu cara me suena: por qué te parece que conoces a alguien que nunca has visto

La sensación de conocer a otra persona que nunca has visto, lo de “tu cara me suena”, o no reconocer a alguien que sí habíamos visto antes es un error de nuestro cerebro más común de lo que se creía. Ahora se estudia a fondo para aclarar por qué se produce y quién es más propenso.

Actualizado a
tu cara me suena
Istock

La causa detrás de la prosopagnosia, la dificultad para reconocer caras,  puede ser una lesión cerebral o, más habitual, una anomalía genética.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

El hecho de que seamos incapaces de reconocer una cara que ya hemos visto otras veces es un trastorno cognitivo que se conoce como prosopagnosia. Puede tener diferentes grados, desde un olvido leve de algunos rostros hasta situaciones más severas, e incluso casos extremos en el que el paciente no reconoce su propio rostro.

Dentro de esta “ceguera facial” también existe el efecto contrario. Nuestro cerebro nos engaña haciéndonos creer que ya hemos visto antes a alguien pese a no haber coincidido nunca.

¿Cuánta gente tiene ceguera facial?

Las estimaciones previas calculaban que entre el 2% y el 2,5% de las personas tenían algún grado de prosopagnosia. El trastorno se hizo más conocido cuando el actor Brad Pitt reconoció que lo padecía.

Ahora, un nuevo estudio dirigido por la Escuela de Medicina de Harvard considera que es más común de lo que se pensaba. Al menos una de cada 33 personas tiene prosopagnosia, lo que supone más del 3% de la población.

Los nuevos estudios señalan que más del 3% de la población tiene prosopagnosia en algún grado, lo que puede dificultar su vida social

Los autores del estudio apuntan que hasta ahora se han seguido unos criterios marcados y estrictos, como si hubiera una línea que separa a la gente que tiene esta ceguera facial y la que no. La realidad es que este trastorno se ha de considerar dentro de un espectro; es decir, puede ir desde casos muy leves a otros severos.

En el estudio, presentado en la revista científica Cortex, se analizaron 3.341 participantes, entre los 18 y 55 años, a los que se sometía a un test para ver si reconocían las fotos de gente conocida y ver si tenían dificultades para recordar nuevas caras.

Así llegaron a la conclusión de que la habilidad para recordar rostros es muy variada y se ha de puntuar en un continuo no segmentarlo en dos o tres grupos.

Por qué se produce la ceguera facial

Los seres humanos somos especialmente buenos reconociendo rostros familiares y lo hacemos con poco esfuerzo”, explica el director del estudio, el psiquiatra Joseph DeGutis, en la web de Harvard.

En ese reconocimiento intervienen diversos procesos:

  • Vemos la cara como un todo y nuestro cerebro la procesa de un modo holístico, integrando todos los aspectos.
  • La memoria enlaza el rostro con todo el conocimiento que tenemos de esa persona.
  • Hay regiones específicas del cerebro especializadas también en el análisis, como el área de la cara fusiforme.

Los motivos detrás de la prosopagnosia pueden ser una lesión cerebral o, más habitual, una anomalía genética”, explica el doctor DeGutis. En cualquier caso, “puede que afecte mucho socialmente, y puede causar angustia y vergüenza”.

Por qué recuerdo a alguien que no he visto

Al hablar de ceguera facial o prosopagnosia estamos hablando de casos que se producen con cierta frecuencia. El olvido de una cara puntual puede ser una simple falta de atención que no supone mayor problema.

De la misma forma, esos mecanismos cerebrales que buscan encajar caras con nuestros recuerdos pueden hacer que algunos rastros nos resulten familiares porque algunos rasgos de ese rostro encajan con memorias previas. Nuestro cerebro intenta buscar esa conexiones y si se dan algunas similitudes puede acabar provocando el engaño de que es un rostro ya visto.

De situaciones así, han salido muchas teorías que lo ven como una confirmación de que hemos tenido vidas pasadas o vivencias paralelas, que nada tienen que ver con la evidencia científica.

Hay diversas investigaciones que han buscado los factores que producen estos reconocimientos falsos de caras. La conclusión a la que llegaron en dos de estos estudios confirmaba que están muy relacionadas con la propia experiencia previa.

Cómo podemos mejor la prosopagnosia

Uno de los objetivos del estudio del doctor DeGutis es buscar estrategias para ayudar a las personas con prosopagnosia. Hoy en día no hay un tratamiento como tal.

Se siguen diferentes pautas para ayudar al cerebro a que busque la manera de reconocer caras. O al menos que pueda adaptarse al problema social que supone. Entre estas pautas están:

  • Fijarse en detalles específicos, como puede ser una cicatriz, una mancha en la piel o algún otro detalle muy distintivo.
  • Si estas personas tienen sus otras capacidades memorísticas intactas, pueden recurrir a otro tipo de recuerdos, como el tipo de ropa habitual de la persona.

En los casos más severos (por ejemplo, se ha detectado a menudo en casos del espectro autista, enfermedades psiquiátricas o en enfermedades neuronales degenerativas) el problema es más complejo y requiere una aproximación más amplia.