Diastema: qué riesgos tiene la moda de los dientes separados

Los dientes algo separados pueden percibirse como un rasgo atractivo que da un aire dulce y aniñado. Algunos famosos han contribuido a difundir esta moda, pero en ocasiones el diastema puede ser un riesgo para la salud bucodental.

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Diastema: qué riesgos tiene la moda de los dientes separados

Muchas celebrities como Madonna, Quim Gutierrez o Vanessa Paradis lucen los dientes separados (diastema).

Gtres
Dr. Jorge Ferrús
Dr. Jorge Ferrús

Implantólogo y periodoncista

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud y nutrición

Elijah Wood, Madonna, Vanessa Paradis, Quim Gutiérrez o Brigitte Bardot son algunas de las celebridades que han lucido abiertamente su diastema o dientes separados. Que estos famosos hayan contribuido a normalizar esta característica y que incluso se vea atractiva puede ser positivo, pero en ocasiones el diastema puede afectar a las salud bucodental y debe corregirse.

El doctor Jorge Ferrús, periodoncista, implantólogo y cofundador de la Clínica Dental Ferrus & Bratos de Madrid, nos aclara las dudas sobre esta afección y cuándo conviene corregirla.

¿Qué es exactamente el diastema?

Un diastema es un espacio o separación existente entre dos piezas dentales. Normalmente, al hablar de diastema pensamos en los incisivos centrales superiores (comúnmente conocidos como paletas), pero los diastemas pueden darse en cualquier parte de la dentadura.

¿Cuáles son las causas de los dientes separados?

Los espacios entre dientes pueden estar provocados por el propio desarrollo o por hábitos que hemos desarrollado durante la infancia. Las principales causas son:

  • Una desproporción en el tamaño de los dientes. A esta anomalía en el desarrollo dentario se la conoce como microdoncia y se da cuando las piezas son más pequeñas de lo habitual. Por esta razón, las piezas dentales no hacen contacto entre sí.
  • La falta de alguna pieza dental. Cuando nos falta un diente, las piezas adyacentes tienden a moverse para ocupar el lugar que ha quedado libre dentro de la arcada. Esta falta de dientes puede ser fruto de una agenesia (cuando no hemos desarrollado algún diente) o por la pérdida de un diente por diferentes razones.
  • La arcada dental superior es mayor que la inferior. Podríamos explicar este caso como lo contrario al apiñamiento: al tener más espacio en la arcada, los dientes tienen la tendencia de permanecer separados.
  • Frenillo labial superior. Cuando el frenillo superior se inserta en una posición más baja de lo habitual, es normal que aparezcan diastemas en los incisivos centrales.
  • Hábitos de succión. Un bebé o niño con un mal hábito de succión (del pulgar, el biberón…) puede alterar el desarrollo de su maxilar provocando una maloclusión y la separación de los incisivos.

¿Chuparse el dedo o presionar la lengua contra los dientes pueden provocar diastema?

Lo cierto es que sí. La succión del dedo pulgar durante los primeros meses de vida genera malformaciones en el paladar y la dentadura, lo que se traduce en espacios indebidos entre piezas.

Otro gesto que parece inofensivo pero también acarrea consecuencias negativas es la presión lingual contra los dientes. Debido al constante empuje de la lengua, las piezas dentales se van moviendo de manera paulatina hasta separarse entre ellas. Hay personas que hacen presión no por costumbre, sino por tener la lengua demasiado grande (macroglosia).

¿Qué problemas bucodentales pueden provocar los dientes separados?

El principal inconveniente es que los restos de comida se acumulan con mayor facilidad en los espacios interdentales. Por ello, es importante prestar mucha atención a la higiene en casa.

En caso de tener diastemas por la falta de algún diente, el problema es el incorrecto reparto de las cargas oclusales. Cuando falta un diente, no mordemos adecuadamente y, además, el resto de dientes tienden a moverse. En estos casos hay mayor riesgo de un desgaste dental.

¿Cuándo se debe corregir el diastema y cuándo no supone ningún problema?

Cuando el diastema no afecta a la funcionalidad de la mordida, es posible tener una boca sana a pesar de tener dientes separados. Si es una cuestión meramente estética, depende de cada persona cómo se percibe. Para unas puede ser percibido como un rasgo dulce y aniñado, llegando incluso a adquirir la categoría de moda. Para otras, por el contrario, supone un defecto estético y un complejo físico que prefieren corregir.

¿Cómo se corrige el diastema?

El tratamiento principal para solucionar los diastemas es la ortodoncia. Sin embargo, en algunas ocasiones también se puede recurrir a la colocación de carillas estéticas si se trata de espacios pequeños.

Las carillas son finas láminas de porcelana que se adhieren a la cara externa de los dientes. Están pensadas para modificar el tamaño, forma y color de los dientes, pero únicamente de las piezas anteriores, es decir, las que enseñamos al sonreír. Sin embargo, la realidad demuestra que hay muy pocas personas que, sin haberse realizado un tratamiento de ortodoncia previo, presenten una buena alineación y armonía en sus dientes.

Por ello, en caso de que el paciente presente otro tipo de problemas, como rotaciones en los dientes o falta de dientes, las carillas no pueden ser el único tratamiento y es necesario un tratamiento previo de ortodoncia.

Habría que recurrir a una ortodoncia que lleve cada una de las piezas al lugar que le corresponde y cerrar los espacios entre los dientes. En algunas ocasiones quedan espacios mínimos que pueden cerrarse con el tratamiento de carillas para que el resultado sea aún más espectacular.

Actualmente hay una gran variedad de aparatología dental muy discreta pensada para pacientes adultos. Por ello, quienes necesitan corregir los espacios entre dientes optan por la ortodoncia invisible: alineadores transparentes, backets estéticos o brackets linguales que van en la cara interna del diente y son 100% imperceptibles, por lo que resulta ser la ortodoncia más discreta del mercado.

Con el tratamiento de ortodoncia conseguimos alinear los dientes, cerrar los espacios entre los dientes y ajustar la mordida para mejorar tanto la estética como la funcionalidad de la sonrisa.