En unas pocas décadas las operaciones de miopía, hipermetropía, estigmatismo o presbicia (vista cansada) han alcanzado unas cotas de precisión muy altas. Cada vez hay menos efectos secundarios y la mayoría de errores son reversibles.
Pero como toda operación, no está exenta de un mínimo riesgo. Y no olvidemos que estamos ante una operación que es meramente estética, puesto que las gafas siguen resolviendo esos problemas perfectamente. Debe quedar claro que no existe urgencia para este tipo de operaciones.
LA OPERACIÓN DE MIOPÍA E HIPERMETROPÍA
La técnica más moderna y extendida para la miopía, llamada cirugía refractaria, es la del láser Excimer Lasik, que moldea la curvatura de la córnea como si fuera el cristal de una lente y corrige las dioptrías de la persona.
EL láser "retoca" la curvatura de la córnea
- Este cambio de curvatura se realiza dentro del tejido de la córnea y de esta manera la cicatrización es más rápida que en otras técnicas. Con esta técnica también se eliminan los problemas de hipermetropía si los hay.
- No duele porque se administran unas gotas anestésicas en el ojo. Además tienen antibiótico para evitar infecciones.
- Hasta ahora se pedía al paciente que mirara un punto fijo, pero hoy para evitar movimientos inadvertidos hay un sistema informático que sigue los movimientos del ojo y los coordina con los del láser.
SE OPERAN LOS DOS OJOS A LA VEZ
Antes se solía operar un ojo y dar un descanso antes de operar el otro. Con Lasik no es necesario tapar el ojo después de la operación, y por eso casi siempre se operan los dos en la misma sesión. La operación dura diez minutos. Luego se queda un par de horas de reposo y el paciente saldrá pudiendo ver parcialmente.
- Para recuperar la visión prácticamente total habrá de esperar unas horas más. Varía de una persona a otra, pero al día siguiente la gran mayoría ya no tiene molestias y sí una visión del 90%. Pueden volver a su trabajo diario e incluso usar el ordenador.
QUÉ PROBLEMAS PUEDEN APARECER CON EL LASIK
No son extrañas las operaciones de láser en las que hay que hacer retoques. Puede pasar a más de un 5%. Es lo que le ha ocurrido a Ignacio Manrique, un economista de 30 años que se operó de miopía y también astigmatismo. “El ojo derecho me quedó perfecto, pero en el izquierdo se pasaron y ahora tengo 0,5 de hipermetropía”.
Puede ser que la corrección no sea completa y haya que volver a operar
La clínica cubre la nueva operación, pero le ha dejado a él la decisión final. “Pienso que no vale la pena, porque me dijeron que con el tiempo puede crecerme algo la miopía y corregirse. El defecto es muy pequeño”, añade.
Otros inconvenientes frecuentes son:
- Sensibilidad a la luz los primeros días, aunque después desaparece o disminuye.
- Destellos alrededor de las luces, otro problema habitual las primeras semanas.
- Visión doble. Es como una fluctuación en la visión o presencia de imágenes fantasma. Tiende a desaparecer entre 2 a 6 semanas.
- Sequedad ocular. Los pacientes sobre todo que usaban lentes de contacto pueden experimentar molestias de sequedad ocular, que suelen ceder en los meses posteriores a la cirugía y pueden precisar el uso de lágrimas artificiales.
¿ADIÓS A LAS GAFAS PARA SIEMPRE?
Aunque la mayoría sí se olvidan de las gafas no siempre es así. Hay casos raros de regresión del defecto, más frecuente en hipermétropes, que se pueden corregir con cirugía adicional.
En los hipermétropes puede haber una regresión del ojo tras la cirugía
Durante el embarazo, un 20% de mujeres puede sufrir modificaciones en el ojo y permanecer después del parto. Por lo que se tendrán que volver a operar o volver a las gafas. Por eso, si una mujer está pensando en quedarse embarazada, no le conviene hacerse ahora la cirugía refractiva.
Además, no hay que olvidar que esta operación no resuelve la vista cansada o presbicia, que aparece a partir de los 40 o 45 años y que puede obligar a usar gafas para ver de cerca. Si ya tiene presbicia y justamente se quitaba las gafas para leer, ahora dejará las de llevar las de ver de lejos, pero tendrá que comprar unas para ver de cerca.
LA SOLUCIÓN A LA VISTA CANSADA
De todas formas, también se puede tratar la vista cansada con una operación.
El doctor Fernando Llovet, de la clínica Baviera, explica las dos técnicas posibles: el láser y la lente intraocular. “El láser actúa sobre la córnea, permite compensar la presbicia pero no es una técnica definitiva. La otra técnica, la lente intraocular multifocal, sí es definitiva porque va a la causa de la vista cansada y que es el envejecimiento del cristalino. En este caso se cambia por un cristalino artificial”.
Una lente intraocular multifocal es la solución más efectiva para la presbicia
- La operación de lente intraocular consiste en extraer el cristalino, que es la lente natural a través de la cual el ojo enfoca los rayos de luz. Esta lente está perdiendo su capacidad de enfocar los objetos cercanos. Se sustituye por una lente multifocal que hace la función de cristalino artificial y que garantiza un rango de visión completo, desde leer un libro hasta ver un paisaje, todo sin necesidad de gafas o lentillas.
- “Se trata de una operación mucho más personalizada que la del láser, puesto que se adapta el cristalino especialmente al problema de cada paciente. Por eso, antes de la operación se debe hacer un muy buen estudio previo”, especifica Miriam Llacer, responsable de quirófano de Innova Ocular.
- Esta operación es algo más cara que la de miopía, "pero no mucho más y teniendo en cuenta lo que pueden costar unas gafas progresivas, no excesivo", añade Miriam Llacer.