Cuando empezó la pandemia de covid y se intentaban dar pautas para reconocer esta enfermedad para diferenciarla de una gripe o un simple constipado, los médicos nos pedían estar atentos a los mocos. Si había mocos, no era covid. Ahora es al contrario.
En los nuevos casos de covid, provocado por las nuevas variantes, no es raro que la persona tenga mucosidad e irritación nasal, junto a síntomas habituales como el cansancio, la fiebre y el dolor de garganta o cabeza. Esta irritación nasal puede acabar convirtiéndose en una coriza.
qué es la coriza y cómo afecta
“La coriza es un tipo de rinitis que cursa de forma aguda”, nos explica el doctor Lorenzo Armenteros del Olmo, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Como sabes, la rinitis no es más que el continuo goteo de la nariz y cierto picor. La forma más habitual con la que se relaciona es con los casos de alergia, la rinitis alérgica. Pero hay otros motivos que pueden provocarla. Entre ellos algunos virus y bacterias.
La coriza afecta a las fosas nasales con mucosidad abundante, estornudos, picor y obstrucción
Es el caso de la covid. “Afecta sobre todo a la mucosa de las fosas nasales y provoca mucosidad acuosa abundante, estornudos, picor nasal y obstrucción”, explica el doctor Armenteros.
No hemos de pensar que sea especialmente preocupante. Cuando aparece sola, “es lo que vulgarmente se conoce como catarro nasal”, añade el médico. Por eso, es fácil que se confunda la covid con un simple resfriado de verano.
la relación de la covid con la coriza
La evolución del coronavirus que provoca la covid, junto al hecho de que nos hemos inmunizado en parte con las vacunas, ha hecho que su infección haya variado. El virus se queda y expande más en las vías altas de nuestro sistema respiratorio, en la garganta y la nariz. Antes bajaba con más facilidad a los pulmones.
Por tanto, las células inmunitarias que se activan son las que se sitúan en la nariz. Nuestro cuerpo aumenta el flujo de sangre hacia la nariz para enviar defensas. Los vasos capilares se dilatan. Y hace que las glándulas mucosas se activen más para que la mucosidad arrastre los virus fuera del cuerpo. Se activa también el mecanismo de estornudos con el mismo fin.
Según un reciente estudio del King’s College de Londres, a partir de los datos de pacientes de covid en el Reino Unido, la coriza afecta al 40% de los contagiados.
Es el quinto síntoma más frecuente, después de los más conocidos, detrás de los comunes fiebre y cansancio, y el dolor de garganta (58%) y las cefaleas (49%),
Cómo puedes aliviarla
La manera de tratar la coriza es la misma que cualquier congestión nasal:
- Sonarnos con frecuencia. Pero atención, porque solemos sonarnos mal. No hay que soplar por las dos fosas nasales a la vez. La forma correcta de sonarse es tapar primero uno de los orificios y sonar la fosa nasal contraria. Y repetir a la inversa.
Para sonarnos correctamente no hay que soplar por los dos orificios a la vez
Así concentramos el flujo aéreo en un solo conducto. El gesto será más eficaz y obtendremos una mejor limpieza nasal.
- Evitar quedarnos totalmente tumbados. Es mejor tener la cabeza ligeramente levantada, unos 30 centímetros basta. Este gesto facilitará que la mucosidad no baje hacia los pulmones y provoque problemas en estas vías.
- Beber abundantes líquidos. Se calcula que con la coriza podemos perder cada día hasta 400 mililitros de agüilla. Es cerca de medio litro.
Más allá de la deshidratación que también provoca el calor y la fiebre, el cuerpo necesita líquido para que la sangre fluya mejor y pueda enviar las células inmunitarias, los linfocitos B y linfocitos T, por ejemplo, a eliminar los coronavirus.
La coriza es un problema leve dentro del trastorno más amplio que supone la covid. Eso no quiere decir que no le demos importancia. Recuerda que hemos de ayudar en lo posible a nuestro cuerpo a librarnos de la infección. Colaboremos en el mecanismo de defensa que nos aporta.