Lo mejor es tomar el pulso en la arteria radial, la que pasa por el brazo, y se havisto que el tiempo no influye.
Un gesto habitual que hace un médico es tomarnos el pulso. El ritmo cardíaco es uno de los más ancestrales métodos de comprobar nuestro estado de salud. Y de todos los problemas que supone un ritmo irregular, el más importante es la fibrilación auricular, la llamada arritmia del ictus.
"Se trata de la arritmia más importante a la que nos estamos enfrentando. Básicamente por el número de pacientes que la sufren y por las consecuencias que tiene", nos explica el cardiólogo del Hospital Clínic Josep Brugada.
Es una arritmia que en uno de cada tres casos ni siquiera da síntomas, pasa desapercibida. Por eso hace años que una manera de detectarlo era mediante tomar el pulso de manera periódica.
Dónde hay que tomar el pulso
Se sabía que la manera era tomar el pulso arterial. Es por las arterias por las que va la sangre que sale impulsada del corazón. Pero no había más comprobaciones de si había alguna técnica especialmente efectiva para detectar el riesgo de fibrilación. Este vacío científico es el que han cubierto investigadores del Hospital del Vall d’Hebron (Barcelona), que han establecido cuál es la mejor manera de tomar el pulso para detectar arritmias.
El estudio constató que se obtiene mejor resultados tomando el pulso en el brazo que en el cuello
El estudio consistió en tomar el pulso a más de 5.500 personas que acudían a ambulatorios y a los que luego también se les hacía un electrocardiograma para comprobar el diagnóstico.
A unos se les tomó el pulso en la arteria radial (la que pasa por el brazo), a otros en la arteria carótida (en el cuello). También se miró si era mejor el lado derecho o el izquierdo. Y si bastaba con diez segundos o era mejor alargar el tiempo. Así se concluyó que lo mejor es tomar el pulso en la arteria radial, y que el tiempo no influye.
Atención a partir de los 40 años
El estudio, cuyos resultados se han presentado en la revista científica Plos One, también ha permitido deducir otros parámetros. Por ejemplo, a qué edad y a quién se hace necesario pedir el electrocardiograma y hacer más pruebas exploratorias.
Según el resultado de la toma del pulso se establecieron cuatro grupos: personas con pulso regular, irregular, incierto y, por último, casos que no se pudo detectar el pulso.
“Nuestros resultados muestran que es necesario realizar electrocardiograma de control a aquellas personas que no se encuentra el pulso o que no está claro si es o no irregular”, explica el doctor Jordi Bañeras, primer autor del estudio.
Hasta ahora, el protocolo sanitario era pedir la prueba solo a las personas con el pulso irregular, para que el electro confirma la arritmia o no.
El estudio comprobó quién se beneficia más de este nuevo protocolo más sistemático. Así se vio que:
- A partir de los 40 años y hasta los 60 es útil tomar periódicamente el pulso si hay alteraciones cardíacas previas.
- A partir de los 60 años se recomienda tomar el pulso a todo el mundo en la práctica clínica habitual.
- A partir de los 70 años se puede tomar el pulso si no hay insuficiencia cardíaca diagnosticada. Si no, es conveniente hacer directamente un electrocardiograma.
Una medida eficaz contra el ictus
“Es una buena técnica. En menos de un minuto podemos saber si vale la pena realizar un electrocardiograma para ver si hay una arritmia”, defiende el doctor Bañeras.
Detectar cuanto antes la arritmia y confirmar que se trata de una fibrilación auricular puede reducir significativamente el riesgo de sufrir un ictus, que es la principal consecuencia de este problema cardíaco.
Esta arritmia favorece la formación de coágulos que pueden taponar la sangre hacia el cerebro
La detección precoz permite hacer un seguimiento adecuado y dar, si se considera necesario, anticoagulantes para evitar el ictus.
"La arritmia de la fibrilación auricular no es como una taquicardia, que recuerda a una metralleta -explica el doctor Brugada-. Es más bien como el ritmo que hace una cafetera de las clásicas."
El echo de que el corazón no bombee adecuadamente toda la sangre puede hacer que una parte se quede estancada en la cavidad de la aurícula y que allí se coagule. Cuando ese coágulo sale del corazón va directamente al cerebro y puede provocar el ictus.
Mejor que el reloj inteligente
Los investigadores sostienen que es mejor realizar la medición del pulso periódicamente en un centro sanitario en lugar de confiar en dispositivos como los relojes inteligentes y las aplicaciones de los móviles.
Este tipo de tecnología está muy avanzada. No obstante, hay muchas calidades en los productos que se comercializan.
- Algunos pueden dar información errónea y generar una angustia innecesaria.
- Los mejores son caros y, por tanto, no se puede beneficiar todo el mundo. Es mucho más equitativo disponer de estos controles en la sanidad.
- La mayoría de estos aparatos electrónicos tampoco tienen una validación médica.