Las mujeres de menos de 35 años tienen un 44% más probabilidades de sufrir un ictus que los hombres de la misma edad. A esta conclusión han llegado investigadores de la Universidad de Colorado tras revisar numerosos estudios sobre la incidencia del ictus entre adultos jóvenes.
Los resultados son sorprendentes porque hasta ahora se había creído que el riesgo de ictus era mayor entre los hombres.
Más riesgo en mujeres
Las estadísticas de la American Heart Association de 2021 sobre la incidencia de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares señala que la tasas de ictus son más bajas en mujeres que en hombres tanto en la juventud como en la mediana edad.
Sin embargo, hace tiempo que los expertos sospechan que entre los más jóvenes (menores de 35 años), se producen más accidentes cerebrovasculares en mujeres que en hombres.
- Para salir de dudas, investigadores de la Universidad de Colorado han revisado 19 estudios que han analizado la incidencia del ictus por sexos concretamente en gente joven.
- Los resultados del análisis revelan que, tal y como intuían, las mujeres de menos de 35 años sufren más ictus que los hombres.
Lo que no esperaban es que la diferencia fuera tan grande: ellas tienen hasta un 44% más riesgo de padecer un evento de este tipo.
Causas de ictus en mujeres jóvenes
En este estudio, los investigadores no han analizado las causas que hay detrás de ese riesgo aumentado de ictus en mujeres jóvenes, por tanto no pueden asegurar qué hay detrás.
Pero sí tienen sospechas y son básicamente dos: los anticonceptivos hormonales, y los embarazos y el posparto.
Toma de anticonceptivos hormonales
Los más comunes son los que combinan estrógenos y gestágenos (imitan la acción de la progestorena natural).
Permiten regular muy bien el ciclo, pero los estrógenos tienen un efecto protrombótico: favorecen la agregación plaquetaria y, en consecuencia, la formación de coágulos.
- Este riesgo protrombótico no suele comportar problemas en una mujer sana, pero si se suma algún otro factor de riesgo protrombótico como el tabaco, sí podría comportar problemas.
"En pacientes que tienen 40 años y que fuman, aunque no presenten alto riesgo cardiovascular, se les suelen dar anticonceptivos combinados pero con estrógeno natural. Al no ser químico, se reduce el riesgo de trombosis, pero también lo tiene", Dra. Laura Cortés, ginecóloga de Women's CD.
Embarazo y posparto
Ambos son factores de riesgo bien conocidos de tromboembolismo venoso.
Tanto el embarazo como el postparto aumentan el riesgo trombosis venosa profunda en las piernas (trombos) y de embolia pulmonar (el trombo o coágulo puede desprenderse y viajar hasta el pulmón).
El ictus puede ocurrir a cualquier edad
Los investigadores señalan que lo importante de su estudio no es solo que las mujeres jóvenes tengan más riesgo de ictus que los hombres jóvenes, sino comprender que el ictus puede ocurrir en gente joven, algo que no siempre se tiene presente.
Así lo explica la profesora Sharon Poisson, una de las autoras del estudio:
- "A veces, cuando los jóvenes tienen síntomas parecidos a los de un derrame cerebral, nadie piensa: 'Esto podría ser un derrame cerebral".
- "Tratarán de dormir y no reconocerán que es una emergencia y que necesitan ir a urgencias cuanto antes para recibir tratamiento"
- "El accidente cerebrovascular puede ocurrirle a cualquiera, y conocer sus síntomas es realmente importante".
También es obligado saber que la presión arterial alta, la diabetes, el tabaquismo y el colesterol alto son factores de riesgo de ictus y pueden contribuir a que ocurra incluso en personas jóvenes.
"Prevenir esos factores de riesgo es muy importante para todo el mundo, incluidos los jóvenes", insiste.
Cómo saber si estás sufriendo un ictus
En los países anglosajones se utiliza el acrónimo "BE FAST" (sé rápido) para reconocer los síntomas de un ictus:
- La B corresponde a balance (equilibrio).
- La E corresponde a eyes (ojos).
- La F corresponde a face (cara).
- La A de arm (brazo).
- La S de speak (hablar).
- La T de time (tiempo).
Por lo tanto, cambios repentinos en el equilibrio o en la visión, media cara caída o la boca torcida, debilidad repentina en un lado del cuerpo (si levanta los brazos y uno se desliza hacia abajo) o un cambio repentino en el habla, ya sea dificultad para hablar o para pronunciar las palabras correctas, son señales de ictus.
La T es para recordarnos que el tiempo es clave para que no queden secuelas cerebrales. Cuanto antes se trate el ictus, mejor será el pronóstico.