¿Hay que limpiar las latas de refresco o cerveza antes de beber? Esto dicen los expertos

¿Es un gesto imprescindible limpiar las latas antes de abrir para beber directamente de ellas? No hay una sola respuesta. Depende de dónde la hayas cogido. Limpiarla con un trapo o pasarle la mano por el borde puede ser un error.

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Hay que evitar beber de latas que tengan golpes o estén hinchadas.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Beber directamente de la lata es una costumbre que tenemos la gran mayoría de consumidores. De hecho se crearon hace décadas con esta intención. ¿Es higiénico?

No es ni más ni menos higiénico que beber de un vaso si sabemos de dónde viene. La falta de higiene es un riesgo siempre independientemente del contenedor.

Cuándo es mejor no beber de la lata

Las latas están homologadas y aceptadas por los organismos de salud. No hay ningún pero a su uso. “No existe ninguna recomendación oficial al respecto y es decisión de cada consumidor”, apunta la doctora en Ciencia y Tecnología de los Alimentos Amparo Gamero, profesora colaboradora del máster Nutrición y Salud de la UOC.

Las preferencias son más de tipo personal. Hay quienes se sienten más cómodos bebiendo en un envase de vidrio.

Deberían evitarse las latas cuando tengan estos defectos:

  • Las latas que presenten golpes, ya que si la integridad del envase se ve comprometida podrían existir migraciones no controladas del material del envase al alimento.

Las latas presentan recubrimientos que evitan que el aluminio entre en contacto con el producto, pero si este recubrimiento se desprende es cuando pueden darse estas migraciones”, explica la profesora Gamero.

  • Las latas oxidadas o hinchadas. Las latas hinchadas podrían indicar contaminación microbiológica, ya que se genera gas que hincha la lata.

Cómo hay que limpiar las latas

Si la lata la has cogido en casa en una estantería o de la nevera, basta con pasarle un trapo o una servilleta. “De este modo se elimina el posible polvo o suciedad que se haya podido acumular durante el almacenamiento y distribución”, dice la experta.

Pasar una trapo por la lata puede quitar el polvo pero no vas a eliminar las bacterias que puedan haberse adherido al borde por donde bebes

Las latas que compramos normalmente suelen agruparse mediante un envase plástico que las aísla del exterior. Pero en ocasiones podemos encontrarlas por separado en el supermercado. Es cuando hay que tener más atención al limpiarlas.

Sin embargo, esta práctica solo limpia, no desinfecta -dice la profesora Gamero-. Es decir, que si hubiera algún tipo de contaminación bacteriana, por ejemplo, no sería suficiente con un trapo”. El trapo se limita a extender las bacterias alrededor de la superficie.

De todos modos, esto es improbable. Las latas se higienizan antes de introducir el producto y se guardan, como el resto de los alimentos, en almacenes bajo condiciones higiénicas.

Dos errores comunes al limpiar las latas que no debes cometer

  • Limpiarla con la mano, que es otra costumbre habitual, no es conveniente.

Nuestras manos, si no es que nos las acabamos de limpiar, pueden tener suciedad, virus o bacterias. De hecho, a través de las manos es como nos contagiamos muchas veces al acercarlas a las mucosas de boca, nariz u ojos.

  • Mención aparte merecen las latas obtenidas a partir de venta ambulante, sin control y en muchas ocasiones por personas sin permiso para ello. Son los casos de riesgo más claro y el consejo es no comprarlas.

 “Estas latas pueden no haber estado en condiciones higiénicas de almacenamiento y presentar contaminaciones por parte de insectos, roedores u otras plagas”, dice la experta.

Para una completa higiene de las latas, se debería utilizar un detergente.

¿Hay que limpiar las latas de conservas?

Las latas que no son de bebidas, sino de conservas, como las que contienen olivas, berberechos y otros alimentos sobre todo de aperitivo también pueden necesitar limpiarse para quitar el polvo si llevan tiempo sin tocarse. Más allá de esto, no hay problema.

Este caso es diferente, ya que estas latas se abren para extraer el producto y la lata no entra en contacto con la boca del consumidor”, recuerda la profesora. Además, muchas veces estas latas llevan un envase adicional de cartón que aísla la lata del exterior.

Sin embargo, la misma recomendación relacionada con las posibles migraciones de los materiales del envase al producto podría darse si el envase aparece abollado o alterado de algún modo o si este aparece hinchado u oxidado”, concluye.

En suma, un poco de cuidado no viene mal, sin obsesionarnos por la limpieza.