4 cosas que crees del agua micelar y son mentira

El agua micelar es uno de los productos más prácticos de la cosmética de los últimos años porque limpia o desmaquilla la piel sin necesidad de aclarado, pero todavía existen falsos mitos que impiden que le saques todo el partido.

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AGUA MICELAR

El agua micelar elimina todo tipo de impurezas.

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Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El agua micelar es sin duda la principal novedad en higiene facial de los últimos años. Si lleváramos a cabo una encuesta para conocer sus beneficios, la mayoría de las usuarias destacarían dos aspectos clave: su eficacia como desmaquillante para pieles sensibles y lo práctico que resulta al no requerir aclarado.

Aunque esta percepción es común, no refleja completamente la realidad. Por ejemplo, una persona con rosácea no podrá utilizar cualquier tipo de agua micelar y necesitará un producto específico.

La Dra. María Agustina Segurado, dermatóloga asesora en el cuidado de la piel para NIVEA, desmitifica las ideas erróneas más frecuentes sobre el agua micelar, brindándote consejos para aprovechar al máximo este producto.

Qué es el agua micelar

La ventaja de los productos que utilizan la tecnología micelar es que limpian de forma muy efectiva pero, a la vez, muy suave.

Utilizan micelas en su formulación. Se trata de agrupaciones microscópicas de moléculas que, tal y como explica la doctora Segurado, actúan de la siguiente manera:

  • Eliminan todo tipo de impurezas. Algunas de estas moléculas son afines al agua y otras a los lípidos, por lo que eliminan tanto impurezas solubles como no solubles al agua como los restos de polvo y maquillaje.
  • Limpian de forma intensa. Las moléculas afines a los lípidos (lipofílicas) actúan como un imán que limpia intensamente la piel pero con suavidad.
  • Eficaces en zonas sensibles. Las micelas atrapan las partículas más diminutas como el polvo, los aceites y el maquillaje con mucha delicadeza, lo cual es muy importante en áreas sensibles como el contorno de ojos.
  • No requieren frotar ni aclarar, gestos que conllevan fricción. Por eso las aguas micelares son tan respetuosas con la piel.

Mito 1: no me hace falta si no me maquillo

No importa que te maquilles o no. El agua micelar elimina los restos de polución, suciedad, residuos grasos, sudor, células muertas y, por supuesto, maquillaje.

Por eso es importante incluir el agua micelar o cualquier otro limpiador en tu rutina diaria de belleza y salud para la piel.

"En pocas semanas el aspecto de la piel mejora, los poros se ven más limpios y difuminados, el tono es más uniforme...", asegura la dermatóloga.

Además, las aguas micelares respetan el manto ácido o barrera protectora de la piel porque tienen el mismo valor de pH que el agua.

mito 2: solamente es para pieles sensibles

El agua micelar es para todo tipo de pieles y todas las edades.

"Gracias a su composición sencilla y a sus agentes limpiadores equilibrados con activo lipídicos, es un producto de alta tolerancia cutánea para pieles sensibles", asegura la doctora Segurado. Pero obviamente de esa suavidad pueden beneficiarse todas las pieles.

A pesar de su alta tolerancia, conviene que elijas una que se adapte a tu tipo de piel: normal, seca, sensible... Y si tienes algún trastorno cutáneo como rosácea, existen aguas micelares específicas.

Mito 3: No elimina bien el maquillaje

Al arrastrar la fama de ser un producto muy suave, se tiende a pensar que no retira bien el maquillaje.

Pero, como decíamos al principio, su fórmula actúa como un imán que arrastra la suciedad sin necesidad de frotar la piel.

Las fórmulas waterproof o semipermanentes requieren de un desmaquillador específico, aunque hay aguas micelares bifásicas que atrapan incluso el maquillaje waterproof y sin necesidad de aclarar.

Mito 4: Hay que complementarla con otros productos

La ventaja del agua micelar es que limpia, tonifica e hidrata. Y todo ello en un solo gesto. Por tanto no es necesario ni el aclarado ni el tónico posterior.

Solo tendrás que aplicar tu crema de tratamiento habitual tras la limpieza.

Eso sí, tal y como recuerda la Dra. Segurado, el uso de agua micelar no te ahorra "la exfoliación periódica una o dos veces por semana para una limpieza más profunda que evite la obstrucción de los poros, algo muy necesario justo ahora para evitar la aparición de brotes de acné por culpa de la mascarilla".