Las uñas de gel pueden provocar una alergia en algunas personas, a veces difícil de reconocer.
La manicura de gel, más conocida como uñas de gel, es una de las maneras de embellecer nuestras uñas que más se ha popularizado, relegando la manicura tradicional. Es una manera de lucir manos y pies de película.
La técnica es utilizar un esmalte especial, que proporciona un mayor grosor que el esmalte clásico. Después se endurece utilizando una lámpara ultravioleta. Las uñas de gel aportan ventajas pero también inconvenientes respecto a otras formas de manicura.
A quién se aconseja las uñas de gel
Las uñas de gel lucen más naturales que las uñas artificiales que se pegan sobre la uña. Muchas mujeres las prefieren por eso. Al mismo tiempo, es un esmalte muy resistente.
Las uñas parecen más gruesas y llamativas que con el esmalte tradicional. Lucen con un acabado liso y suave, muy bonito, y con mucho brillo.
Es una opción especialmente interesante para quienes tienen las uñas estriadas. Sin embargo, a diferencia de las uñas artificiales, no alargan la uña. Llegan hasta donde llega tu uña natural. Es una buena opción, si no tienes las uñas muy cortas y si las tienes estriadas, lo disimula.
Su duración es otra ventaja. Si se retocan a medida que va creciendo la uña, puedes lucirlas de dos a tres meses. Y si le aplicas aceite para cutículas y crema hidratante una vez al día, alargarás más su duración.
Qué riesgos tienen las uñas de gel
El esmalte especial que se utiliza se elabora con una serie de productos que puede afectar a la salud ungueal.
- Al tapar las uñas no es cierto que dejen de respirar. Lo que hacen estos productos es secar más la uña. Se deshidrata y hay más riesgo de que se quede frágil y de que se acabe estropeando y rompiendo.
- Además, si no damos tiempo para que la uña se recupere y abusamos del uso de las uñas de gel, pueden que la uña natural pierda brillo e incluso que cambie de color. Pasa sobre todo en verano cuando está más deshidratada por el sol y la sal del agua de mar.
- Se ha constatado que los químicos de este tipo de esmalte desencadenan reacciones alérgicas. Por eso, la primera norma es ponerse en manos de un profesional que utilice esmaltes adecuados. Cuanto peor es la calidad del producto, más riesgo hay de que surjan problemas.
- Los secadores de luz ultravioleta también han estado en el punto de mira. Una investigación apunta que altera el ADN, aunque no hay estudios definitivos.
4 Señales de que tenemos alergia al esmalte
Hay varios productos químicos que pueden provocar reacciones. El principal son los los acrilatos, que se utilizan para fijar el esmalte. Hemos de estar atentos a estos signos:
- Aparición de picor, quemazón o escozor tras un tratamiento de manicura. No debería producirse y es el primer signo de que estamos ante una reacción alérgica.
- La irritación de la piel con enrojecimiento es otro signo habitual de alergia. Estos signos no se limitan a los dedos, manos y muñecas. Muchas veces la reacción alérgica se produce a distancia: en cara, cuello o párpados. Si aparece no descartes que no sea por algún ingrediente del esmalte. En los pies aparecen con menos frecuencia.
- Dermatitis de contacto. Es un tipo de reacción alérgica más llamativa en que la piel se hincha o se llena de bultos o empieza a desescamarse.
- Casos extremos y muy inusuales pueden ser la aparición de problemas respiratorios. Hablamos de casos en que la persona se ha expuesto a altas concentraciones y durante muchos días. Es más un problema de los trabajadores de estos centros de estética que del usuario.
Cómo evitar las alergias de las uñas de gel
La alergia desaparece cuando se retira el producto que la causa. Se puede dar medicamentos esteroides. Un especialista te aconsejará la opción más adecuada.
Muchas veces el problema de la alergia no es tanto los esmaltes como un mal uso.
- “Si se lima toda la superficie de la uña, como se suele hacer con las uñas de gel, esta uña se vuelve más vulnerable a los acrilatos que contienen este tipo de lacas”, explica la doctora Esther Jiménez, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología.
- No abuses. Cuanto más vayas a hacerte las uñas, más veces te expongas a los productos, más riesgo hay de que desarrolles una alergia.
- También hemos de estar atentos a que los productos sean de calidad y cumplan con la normativa europea: que en el frasco especifiquen su composición y minimicen las reacciones irritativas o alérgicas.
Además, un material que no ha sido debidamente esterilizado también favorece la aparición de otros problemas: como verrugas víricas, aparición de infecciones por hongos o bacterias.