Las aguas en los balnearios salen cálidas y con componentes minerales específicos que pueden ser beneficiosos para el organismo, especialmente para ciertas enfermedades.
Nuestro cuerpo está compuesto en casi dos terceras partes por agua y prácticamente todas las culturas han utilizado el agua como método de curación de una u otra forma.
Los modernos balnearios son el último escalón de una tradición milenaria, que nos llegó principalmente de los griegos, romanos y árabes.
Ahora la oferta es muy amplia ya que puedes escaparte a spas urbanos, balnearios con años de tradición o hoteles con spa. Sin embargo, sus aguas no ofrecen los mismos beneficios.
Qué son las aguas termales y de qué tipos hay
Hay 3 grandes tipos de centros de tratamientos con aguas y la principal diferencia es entre el tipo de agua que utilizan.
- El balneario es el único con aguas termales. Estas aguas salen cálidas y con componentes minerales específicos que pueden ser beneficiosos para el organismo, especialmente en determinados problemas de salud.
Por eso, están muy legislados y no se pueden abrir balnearios mineromedicinales si no es junto a una de estas fuentes termales y sin garantizar que se mantendrán las cualidades terapéuticas del agua.
Cada agua tienes unas características minerales propias: sulfatadas, ferruginosas, sulfuradas, cloruradas, radiactivas. En la web de cada balneario informan de las propiedades medicinales de sus aguas.
- El spa (el nombre viene del latín salud a través del agua, Salutem Per Aquae) utiliza agua normal, eso sí tratada y reciclada con técnicas desinfectantes.
Por tanto, no tiene unas características medicinales más allá de los beneficios generales del agua. Sus beneficios se limitan a temas de relajación y activación del organismo. Como se pueden abrir en cualquier sitio, están hoy muy extendidos, sobre todo en hoteles.
- La talasoterapia son spas junto a la costa y que utilizan en sus tratamientos el agua del mar. Además incorpora otros procedimientos como el uso de algas, lodos marinos y sales.
No hay unanimidad científica sobre las virtudes del agua del mar. Se considera que las sustancias liberadas por el plancton presentes en el aguaestimulan el metabolismo y el sistema inmunitario. También la composición mineral del agua de nuestro cuerpo es casi idéntica a la del mar, lo que de alguna manera hace que nos encontremos más en nuestro elemento, que con las aguas tratadas.
Qué beneficios tiene el agua termal de balneario
- Tratamiento para las alergias. En los balnearios con aguas ricas en magnesio puedes encontrar un aliado. Resultan beneficiosos para las mucosas respiratorias.
Los masajes y las técnicas de contraste de temperatura, como la sauna o los baños alternos, regulan la respuesta de los sistemas nervioso y hormonal, lo que se traduce en una respuesta inmunitaria menos exagerada.
- Tratamiento de psoriasis, hongos o dermatitis. Las aguas termales con alto contenido de azufre son las más recomendables para mejorar estos problemas específicos de la piel.
- Mejorar el reuma y la respiración. Las aguas con alto nivel de sulfuro huelen a huevo podrido pero son ideales para afecciones reumáticas o del aparato respiratorio.
Lo que se consigue es estimular la producción de colágeno de la piel para que respire y se active y fabrique más elastina, que la ayuda a mantener tersa y joven. El cobre favorece la síntesis del colágeno, lo que hace que la piel no quede flácida.
Beneficios de los circuitos termales
Hay otros beneficios de las aguas termales, que también se pueden conseguir en spas y talasoterapia, pues se basan más en las técnicas de utilización del agua, los circuitos.
"En función del resultado que queramos obtener, cambia el orden en que se debe realizar el circuito -explica Joaquín Guillén, médico hidrólogo del balneario Sicilia (Zaragoza)-. Si queremos obtener relax es mejor comenzar por el frío para terminar por zonas calientes, mientras que si buscamos la tonificación, combinaremos frío-calor terminando en el frío".
En función de si queremos relajación o tonificación seguiremos un orden u otro
Existen más de cien aplicaciones del agua, desde baños suaves hasta masajes con chorros a presión. Estas son los más comunes.
- Mejorar la circulación. Se consigue sobre todo a base de chorros de agua que varían de intensidad, el hidromasaje. Los chorros a temperatura alterna provocan una gimnasia de nuestro sistema sanguíneo.
- Activar el sistema nervioso con piscinas de agua caliente y fría. El pasar de una a otra hace que el cuerpo reaccione y active el sistema nervioso.
La diferencia de temperatura entre el agua y la piel ha de ser de como mínimo 10 ºC. Si es menor, el cuerpo pierde algo de temperatura, pero no reacciona posteriormente generando calor. Por eso la temperatura de la piscina con agua fría suele ser menor de 20 ºC ya que las piernas y brazos tan sólo están a 30 ºC.
- Purificador de la piel. Los baños parciales (de brazos o pies), los sentados en bañera y los de cuerpo entero se aplican para que poco a poco las sustancias minerales del agua vayan penetrando en la piel. Suelen ser por tanto de aguas cálidas, para que los poros se abran.
- Reactivarse al pisar rocío o nieve. Una técnica que puso en marcha un alemán, Sebastián Kneipp, que se consiguió curar de la tuberculosis. Al principio se anda sobre el rocío durante uno o dos minutos, que pueden ir aumentando conforme se progresa en el entrenamiento hasta llegar a cinco minutos.
- Relajación. Si tu necesidad es de desconexión simplemente, olvidarte de los problemas del día a día, cualquier spa con un circuito lúdico termal te puede ir bien.
Puede ser uno urbano para una desconexión momentánea, aunque lógicamente lo ideal sería una escapada a un entorno rural y relajante, que es donde se ubican este tipo de centros.
Cuándo y quién debe evitar las aguas termales
Como todo tratamiento, las aguas termales tampoco están exentas de riesgos para determinadas personas.
- Personas con tensión baja. A primera hora de la mañana no es bueno tomar baños termales pues es más fácil que haya mareos. Se pueden tomar tras desayunar y ejercitar un poco.
Hay que controlar el tiempo en sauna y jacuzzi. Pasarse tiene riesgos
- Mujeres embarazadas. Han de consultar al médico y evitar algunos tratamientos. Por ejemplo, los hidromasajes pueden fomentar las contracciones prematuras.
- Problemas de cardiopatías. "Saunas y jacuzzis son tratamientos con temperaturas altas que están contraindicados en algunas patologías como cardiopatías, hipotensión o varices importantes -nos recuerda el doctor Guillén-. Incluso en personas sanas si nos excedemos de tiempos pueden ser perjudiciales. Lo ideal es consultar a los profesionales del balneario".