El cambio climático va a hacer que duermas menos

El cambio climático puede provocar cambios significativos en nuestra salud física y psicológica. Por ejemplo, se ha comprobado que el calentamiento global está ya afectando a nuestras horas de sueño y, por tanto, el descanso, que es fundamental para nuestro bienestar.

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El cambio climático va a hacer que duermas menos
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Se está viendo que los cambios que comporta el calentamiento global también provocan diversos cambios en el comportamiento humano.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

El cambio climático no solo afecta a la meteorología, el nivel del mar o la economía. Está afectando a los comportamientos de los seres vivos. Hay especies que desconocíamos en estas latitudes y que cada vez se ven con más frecuencia. Especies que nos traen enfermedades más propias de países tropicales.

Las investigaciones que se están realizando sobre los cambios que comporta el calentamiento global apuntan también a diversos cambios en el comportamiento humano, un aspecto del que muchos no somos plenamente conscientes pese a que poco a poco ya lo sufrimos. Por ejemplo, la afectación negativa en el sueño en todo el mundo.

Perderemos una hora por semana

Es lo que ha puesto en evidencia un estudio. Vamos camino de que se pierdan más de 50 horas de sueño al año, lo que significa una hora menos por semana. Una erosión en las necesidades de descanso que probablemente pase factura en nuestro bienestar.

Las noches en que el termómetro pasa de los 30 grados nos quita un cuarto de hora de sueño

Los autores además hacen notar que este trastorno no es homogéneo, sino que va a repercutir más especialmente en las personas adultas de más edad y más en las mujeres que en los hombres. También auguran que la repercusión será mayor en los países pobres.

El trabajo lo han llevado a cabo investigadores de la Universidad de Copenhague y del Instituto Max Planck, de Berlín. "El sueño es un proceso restaurador esencial integral para la salud y la productividad de las personas y puede degradarse por temperaturas más cálidas", ha señalado el profesor Kelton Minor, primer autor del estudio.

Más cansancio y peor bienestar

Las consecuencias de la falta de sueño son relativamente obvias. Si has tenido problemas de descanso, sabes cómo puede afectar a nuestra capacidad mental, al rendimiento intelectual y al estado de ánimo. Solemos estar de peor humor y ser menos sociables. Esos problemas se dan sobre todo en los días de mucho calor estival.

  • Se ha constatado estadísticamente que los días calurosos aumentan los ingresos hospitalarios y las muertes.

Sin embargo, los datos sobre la afectación cognitiva y psicológica no están tan documentados. Es una percepción sin que haya grandes investigaciones científicas que los hayan podido explicar. Descansamos peor en sitios cálidos.

Este estudio pone una base a esta teoría: "Ofrecemos la primera evidencia a escala planetaria de que cuando la temperatura media sube erosiona el sueño humano", ha dicho el profesor Minor. "Esta erosión ocurre principalmente porque, cuando hace más calor, se retrasa la hora de irse a dormir y se despiertan antes".

Un estudio del sueño real, en casa

La ventaja de este estudio respecto a otros sobre el sueño es que no se han hecho en condiciones de laboratorio, sino que se ha seguido los patrones del sueño de las personas en su casa, en su rutina diaria.

Las situaciones de mucho calor tienen más repercusión real en el sueño que las de mucho frío

Para la investigación se recopilaron los datos de los dispositivos electrónicos (relojes inteligentes y pulseras del sueño) de más de 47.000 personas, de 68 países de todo el mundo.

  • Constataron que en las noches de calor, con más de 30 grados, se pierde un cuarto de hora de sueño.
  • A medida que aumenta el calor, la probabilidad de que no se duerman las siete horas que se recomienda a las personas adultas crece.

También se ha constatado que en países más ricos hay menos problemas que en países pobres. Los científicos creen que una explicación lógica es que hay mayor acceso a aparatos de aire acondicionado. Pero como en el estudio no se ha especificado quién tenía y quién no, no se han podido sacar conclusiones científicas.

Mayor afectación del calor que del frío

Lo que sí ha permitido el estudio es ver que el calor afecta más al sueño que el frío. En los estudios previos, hechos en clínicas de sueño, se equiparaba tanto factores de demasiado frío como de demasiado calor.

El profesor Minor explica por qué ocurre: "Nuestros cuerpos están adaptados para mantener una temperatura corporal central estable. Por eso mientras dormimos, expulsamos calor al medio ambiente circundante. Para hacerlo, dilatamos nuestros vasos sanguíneos y aumenta el flujo sanguíneo a nuestras manos y pies".

Para que este transvase de calor funcione bien, la temperatura a nuestro alrededor debe ser más fría que la nuestra. Si no tienes medio de bajar la temperatura, te afectará. En cambio, en la vida real, en el caso de que haga frío, las personas tienen maneras más fáciles y económicas, a base de mantas, de acomodar la temperatura para tener buena calidad del sueño.

Teniendo en cuenta las predicciones de calentamiento global que dan los expertos, es como se ha llegado al cálculo de que cada vez tendremos más noches de calor extremo. Hasta el punto de que a final de siglo, la población mundial dormirá de media de 50 a 58 horas menos al año.