8 formas de reducir los efectos de la contaminación

Los niveles de contaminación son muy elevados y ya se relaciona directamente la aparición de enfermedades con este problema. Pero si vives en una gran ciudad puedes tomar algunas medidas que compensen sus efectos.

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Eva Carnero
Eva Carnero

Periodista

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1 | 8 Debes ventilar a diario

Eso sí, solo por la mañana y media hora. La razón es que en esa parte del día es cuando la contaminación atmosférica es menor.

El ozono troposférico se genera por la combinación de dióxido de nitrógeno y luz solar, por lo que el pico de este contaminante se alcanza en las horas centrales del día.

  • Apunte: Después de toda la noche con las ventanas cerradas, el nivel de CO2 en el interior de los hogares es más elevado. Hay que ventilar para renovar el aire de la habitación y evitar la concentración de microrganismos.

2 | 8 Purifica el aire de tu hogar

Además de ventilar es aconsejable una limpieza extra mediante el uso de purificadores. Estos aparatos se han convertido en una buena manera para eliminar las partículas nocivas de los espacios interiores.

  • Así funcionan: Los purificadores eliminan posibles contaminantes presentes en el aire (que se desprenden del polvo, pelo de animales, polen, hongos....), ya sea en casa o en el lugar de trabajo, y de esta forma hacen el aire que respiramos más sano y reducen el riesgo (y alivian los síntomas) de alergias, asma y otras patologías.

3 | 8 Escápate el fin de semana

La idea es oxigenarte y que el aire puro de la naturaleza penetre en tus pulmones. Seguramente no muy lejos de la ciudad donde vives haya una zona boscosa por la que pasear.

Al salir al campo, obtendrás un doble beneficio: por un lado respirar en un ambiente limpio, y por otro, al caminar, mejoras tu salud cardiovascular.

  • Las estaciones frías no son una excusa para dejar de salir al aire libre. Aprovecha las horas centrales de un día de sol para tomar "una dosis" de aire fresco.

4 | 8 Aumenta el agua que bebes

Si la contaminación te produce irritación de los ojos y mucosas, el agua puede ayudar a la hidratación, y tomarla de forma constante también influye positivamente en la calidad y salud de la piel.

  • Bebiendo agua contribuyes a la hidratación desde el interior pero es importante también que hidrates la piel por fuera para mantenerla más elástica.

5 | 8 Haz deporte en un entorno limpio

Los beneficios de salir a correr o caminar son tan valiosos que la contaminación de las grandes ciudades no deberían frenarte. Ahora bien, si tienes posibilidad sería bueno que lo hicieras en parques o zonas de amplios paseos peatonales y no entre el tráfico o en polígonos industriales.

  • Seguramente hayas visto a ciclistas con mascarillas. Bien, pues según los expertos no son eficientes para las partículas más pequeñas, ya que el poro del filtro de las mascarillas es más grande que el diámetro de la materia particulada.

6 | 8 Lleva una dieta "anti-radicales libres"

La clave es elegir alimentos ricos en antioxidantes que contrarresten los efectos de la contaminación.

Algunos de los alimentos que contienen más antioxidantes son el brócoli, el tomate, los frutos rojos como los arándanos, las frambuesas o las moras, las legumbres, el ajo o las uvas.

  • Los antioxidantes previenen la oxidación de las moléculas y células del organismo, proceso que cuando sucede hace que tejidos y órganos vayan envejeciendo.
  • En nuestro cuerpo hay antioxidantes de forma natural pero con el paso del tiempo, la contaminación o los malos hábitos, van perdiendo efectividad.
  • Por ello es necesario reponerlos con la alimentación adecuada.

7 | 8 Cuida la piel del rostro

Las partículas contaminantes penetran en los poros de la piel, los taponan y el rostro que se vuelve amarillento y sin brillo.

  • El truco: Para remediarlo, se recomienda realizar una limpieza con agua y un jabón neutro a diario por la mañana y por la noche, independientemente de si te maquillas o no.

8 | 8 Si estás embarazada, evita los humos

De hecho, no es conveniente la exposición al humo del tabaco ni al del tráfico, para nadie. Pero durante el embarazo implica importantes riesgos añadidos para el bebé.

  • Es aconsejable que las gestantes no permanezcan en espacios cerrados llenos de humo y evitar en todo momento la inhalación pasiva del humo de los cigarrillos o de la polución ambiental.
  • En esta etapa los consejos anteriores para compensar los efectos de la contaminación en tu salud cobran vital importancia.

LOS EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN EN LA POBLACIÓN

Según La Organización Mundial de la Salud, más de la mitad de la población mundial respira aire contaminado, y en España, más de 30 ciudades incumplen los niveles recomendados de contaminación del aire.

El asunto no es menor, ya que ese aire nocivo que respiramos todos al salir a la calle, caminar, correr o ir en bicicleta entra en nuestro organismo junto con numerosas sustancias perjudiciales para nuestra salud, especialmente para el sistema respiratorio.

  • Algunas de ellas y sus efectos son: el dióxido de azufre que irrita los ojos y vías respiratorias; el monóxido de carbono y el dióxido de nitrógeno (generados por los motores de los automóviles) que pueden causar graves problemas en el sistema respiratorio cuando las dosis son muy elevadas; los hidrocarburos que generan los vehículos y las industrias, los cuales pueden llegar a ser cancerígenos, o el plomo, que provoca anemia y defectos en la fijación del calcio en los huesos.
  • En definitiva, una retahíla de compuestos perjudiciales difíciles de eliminar de nuestro día a día. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es intentar compensar con ciertos hábitos diarios, como los que acabas de ver en la galería, sus efectos en nuestra salud.

¿Cómo puedo contaminar menos en casa?

Además de protegernos de la contaminación externa, también podemos reducir la que generamos nosotros dentro de casa. Ahí van algunos consejos para lograrlo:

  • Utilizar productos de limpieza ecológicos y respetuosos con el aire del hogar y con el medioambiente.
  • Evitar que se fume en el interior.
  • Usar pinturas ecológicas.
  • Al comprar muebles, adquirirlos preferiblemente de madera natural y si no es posible, que tengan todas sus superficies “chapadas”, ya que así evitaremos una emanación excesiva del formaldehído procedente del aglomerado de madera.
  • Reciclar papel, plástico, cristal, materia orgánica... Acostumbra a toda la familia a clasificar los residuos en el hogar.