LOS EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN EN LA POBLACIÓN
Según La Organización Mundial de la Salud, más de la mitad de la población mundial respira aire contaminado, y en España, más de 30 ciudades incumplen los niveles recomendados de contaminación del aire.
El asunto no es menor, ya que ese aire nocivo que respiramos todos al salir a la calle, caminar, correr o ir en bicicleta entra en nuestro organismo junto con numerosas sustancias perjudiciales para nuestra salud, especialmente para el sistema respiratorio.
- Algunas de ellas y sus efectos son: el dióxido de azufre que irrita los ojos y vías respiratorias; el monóxido de carbono y el dióxido de nitrógeno (generados por los motores de los automóviles) que pueden causar graves problemas en el sistema respiratorio cuando las dosis son muy elevadas; los hidrocarburos que generan los vehículos y las industrias, los cuales pueden llegar a ser cancerígenos, o el plomo, que provoca anemia y defectos en la fijación del calcio en los huesos.
- En definitiva, una retahíla de compuestos perjudiciales difíciles de eliminar de nuestro día a día. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es intentar compensar con ciertos hábitos diarios, como los que acabas de ver en la galería, sus efectos en nuestra salud.
¿Cómo puedo contaminar menos en casa?
Además de protegernos de la contaminación externa, también podemos reducir la que generamos nosotros dentro de casa. Ahí van algunos consejos para lograrlo:
- Utilizar productos de limpieza ecológicos y respetuosos con el aire del hogar y con el medioambiente.
- Evitar que se fume en el interior.
- Usar pinturas ecológicas.
- Al comprar muebles, adquirirlos preferiblemente de madera natural y si no es posible, que tengan todas sus superficies “chapadas”, ya que así evitaremos una emanación excesiva del formaldehído procedente del aglomerado de madera.
- Reciclar papel, plástico, cristal, materia orgánica... Acostumbra a toda la familia a clasificar los residuos en el hogar.