Disfagia o dificultad para tragar: causas que pueden provocarla

La disfagia o dificultad para tragar alimentos es un trastorno más frecuente de lo que suele pensarse y está infradiagnosticado. Las causas pueden ser muchas y a veces puede esconder trastornos graves.

Actualizado a
Nuria Blasco

Periodista

disfagia
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En la mayoría d casos de disfagia suele haber alguna enfermedad que provoca un mal funcionamiento de la lengua o de los músculos de la garganta y el esófago.

La disgafia es la dificultad para tragar, ya sean alimentos sólidos o líquidos como el agua, pastillas e incluso la propia saliva. Es un cuadro relativamente frecuente: hasta un 10% de las personas mayores de 50 años pueden presentarlo. Según la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física, dos millones de personas en España tienen disfagia y cerca del 90% de los afectados por este trastorno no están ni diagnosticados ni correctamente tratados.

En la mayoría de ocasiones, la causa es alguna enfermedad que provoca un mal funcionamiento de la lengua o de los músculos de la garganta y el esófago, aunque otras veces es de origen nervioso y, en ese caso, se conoce como “bolo histérico”.

Causas y síntomas de la disfagia

Este molesto trastorno es potencialmente peligroso ya que puede provocar problemas respiratorios y nutricionales. Sus orígenes son, principalmente, dos:

Algo impide el paso de los alimentos

Es una causa mecánica: algo obstaculiza o comprime el paso del alimento o el líquido que se intenta tomar. Se identifica porque, conforme pasan los días va costando más tragar. Esto sucede, por ejemplo, en los casos en que la obstrucción está provocada por la presencia de algún tumor, que va creciendo con el paso del tiempo.

Conforme pasan los días va costando más tragar, primero los sólidos y, en fases avanzadas, los líquidos

En este caso primero se afecta el paso de los alimentos sólidos (cada vez han de masticar en trocitos más pequeños la comida ingerida); y que los líquidos suelen tener dificultades de paso solo en fases avanzadas.

Además de la presencia de tumores (tanto benignos como malignos), también pueden provocar este tipo de síntomas:

  • Lesiones en la cavidad oral.
  • Cuerpos extraños impactados en algún lugar del trayecto.
  • Úlceras por ácido refluido desde el estómago.

Por tanto, será necesario realizar una endoscopia para llegar al diagnóstico.

Hay una alteración en la coordinación muscular

Es cuando existe una alteración del movimiento coordinado de los diferentes músculos implicados en llevar el alimento desde la boca hasta el estómago. En este caso se conoce como disfagia motora, y puesto que hay un problema en la coordinación de los músculos que permiten tragar, ya desde un primer momento hay problemas para lograr que tanto los sólidos como los líquidos pasen desde la boca hasta el estómago.

En la disfagia motora hay un problema en la coordinación de los músculos que permiten tragar

Además, esta alteración no es continua. No en todo momento hay este problema de coordinaciónn muscular, por eso la persona que lo padece puede tragar perfectamente en algunos momentos; y no conseguirlo en otros (conforme avanza la enfermedad, los segundos –marcados por la dificultad para tragar– son más frecuentes que los primeros).

Lo que origina que los músculos de la zona no trabajen bien puede ser un alteración neurológica degenerativa (por ejemplo la miastenia gravis o la esclerosis lateral amiotrófica).

De todas formas, no todas las causas tienen un pronóstico serio.

  • Existen alteraciones motoras localizadas solo en el esófago (el espasmo esofágico difuso, por ejemplo), que resultan muy molestas, pero son completamente benignas.

Cuando la disfagia la provocan los nervios

Otras veces la disfagia sucede "por nervios" y se conoce como “bolo histérico”. En este caso la persona nota algo que obstruye la parte baja del cuello (aunque no existe objeto alguno). Puesto que todas las pruebas realizadas son normales, se suele decir que la causa es ansiógena.

La persona afectada nota algo que obstruye la parte baja del cuello aunque no existe objeto alguno

Y, efectivamente, muchos de los casos así diagnosticados, mejoran simplemente al saber que no se padece nada grave; o bien siguiendo técnicas de relajación durante un tiempo.

Disfagia provocada por una alteración en la faringe o el esófago

En el paso del alimento, desde la cavidad oral hasta el estómago, este se encuentra con la faringe, y con el esófago. Ambas son zonas donde puede asentar el motivo que lleva a la disfagia.

Que la causa se localice en la faringe o en el esófago origina una serie de rasgos diferenciales:

  • Las causas que se hallan en la faringe suelen generar también, y aparte de la disfagia, tos, afonía y sensación de atragantamiento.
  • Las que se pueden encontrar en el esófago suelen acompañarse de dolor torácico, en el pecho y en muchas ocasiones no se distingue del dolor que genera una angina coronaria, una angina de pecho.

Cómo se llega al diagnóstico de la disfagia

En el 80% de los casos, el especialista sabrá la causa por las respuestas que le dé el paciente, es decir con la historia clínica.

  • Podría ser una úlcera: Algunos medicamentos producen una lesión e inflamación en el esófago. Ocurre con antibióticos y anti-inflamatorios (AINEs).
  • Si va ligado a la artritis: Quienes sufren artritis pueden tener dificultades para tragar, por los AINEs que toman, y por que se debilita el esófago.
  • Si se pierde peso: Cuando se adelgaza visiblemente en poco tiempo, se puede sospechar de un carcinoma (tumor) esofágico.