La terapia psicológica, el ejercicio e incluso mindfulness han demostrado ser útiles porque ayudan a reducir los síntomas depresivos y mejorar la tolerancia al dolor.
Las enfermedades que cursan con dolor crónico y fatiga minan el ánimo. Es el caso de la fibromialgia, una patología de origen desconocido que afecta especialmente a mujeres y se acompaña en muchas ocasiones de depresión.
A día de hoy no tiene cura y se trata con medicamentos para aliviar los síntomas, aunque pueden provocar efectos adversos.
Los tratamientos no farmacológicos basados en terapia psicológica, ejercicio e incluso mindfulness también han demostrado ser útiles porque ayudan a reducir los síntomas depresivos y mejorar la tolerancia al dolor.
En el caso de la terapia psicológica, hasta ahora se sabía que la terapia cognitiva-conductual podía ser efectiva. Ahora se ha demostrado que una nueva terapia psicológica, llamada terapia de constructos personales, también funciona. Así lo sugiere un estudio multicéntrico con participación de investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), la Universidad de Barcelona (UB) y la Universidad de las Américas (UDLA).
Una buena noticia porque se abren las perspectivas de tratamiento para esta enfermedad, y sin los efectos secundarios que pueden provocar los fármacos.
fármacos que no siempre funcionan
A diferencia de Estados Unidos, en España no hay medicamentos aprobados expresamente para la fibromialgia, pero existe todo un arsenal de fármacos que han demostrado su eficacia para aliviar los síntomas.
Una enferma de fibromialgia puede llegar a tomar una combinación de medicamentos formada por antidepresivos, anticonvulsionantes y/o analgésicos.
Pero conviene ajustar muy bien las dosis, sobre todo al inicio de la enfermedad o cuando hay brotes, porque estas enfermas son muy sensibles a los fármacos, mucho más que en otro tipo de patologías, y suelen tener efectos adversos, desde mareos hasta dificultad para hablar.
La ventaja de la terapia psicológica es que carece de esas peligrosas reacciones adversas que pueden sufrir las afectadas.
Un estudio pionero
La relación entre fibromialgia y depresión es frecuente en estas pacientes y suele viajar en los dos sentidos: la fibromialgia aumenta el riesgo de depresión, y la depresión empeora la fibromialgia.
Para comprobar el efecto positivo de la terapia psicológica en estas enfermas, el estudio, coordinado por el catedrático de la Facultad de Psicología y el Instituto de Neurociencias de la UB Guillem Feixas, incluyó a 106 mujeres con fibromialgia y síntomas depresivos que eran atendidas en diez lugares diferentes: dos centros de salud mental y ocho centros de atención primaria.
Las voluntarias siguieron una terapia psicológica semanal durante cuatro meses aproximadamente.
- La mitad recibió una terapia estándar de tipo cognitivo-conductual (TCC), que ya se ha mostrado moderadamente eficaz en este tipo de pacientes. La terapia cognitivo conductual ayuda a desarrollar estrategias para enfrentar mejor el dolor y gestionarlo de forma que el impacto negativo en el enfermo sea menor.
- La otra mitad siguió un tratamiento basado en la terapia de constructos personales, un enfoque diferente y "centrado en la identidad de las personas, en cómo se ven a sí mismas, cómo ven lo que les pasa y cómo ven a los demás", explica Joan Carles Medina, también autor del trabajo, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC e investigador de la UB.
Los resultados del estudio muestran que ambas terapias redujeron los síntomas de depresión en aproximadamente el 60 % de las mujeres participantes y que no hay diferencias significativas entre tratamientos.
También notaron mejoría respecto al dolor y a su funcionamiento diario. En concreto, prácticamente una de cada cuatro pacientes que recibieron la terapia de constructos personales mejoró su funcionamiento de forma relevante a medio plazo, y una de cada seis vio disminuido su dolor.
La ayuda de la terapia psicológica
"La fibromialgia no tiene una causa concreta conocida y tampoco una cura, pero una mejora psicológica repercute en la salud física", explica Mari Aguilera, investigadora del grupo interuniversitario GRECIL, profesora de la UB y de la UOC, y coautora principal del estudio
Y esto es especialmente importante en una enfermedad que "todavía es cuestionada por algunos médicos y a la que en muchas ocasiones se da menos importancia", añade.
Respecto a qué terapia es mejor, la cognitivo-conductual o la de constructos personales, Aguilera apunta que se complementan:
- "La terapia estándar de tipo cognitivo-conductual está más interesada en la forma de modificar la conducta que en el porqué de esta, mientras que la terapia de constructos personales tiene un foco especial en cómo construyes tu mundo y a qué das significado".
- "Pero no se trata tanto de enfrentarlas como de comprobar que las dos pueden ser útiles desde una posición diferente".
Algunos trabajos habían mostrado que la terapia de constructos personales podía ser eficaz en el tratamiento de la depresión, pero esta "es la primera vez que se estudia y se demuestra que este tipo de terapia puede ser de ayuda para pacientes con fibromialgia", explica Medina.
Y cuantos más recursos dispongamos frente a la fibromialgia mejor. "Nos sirve para personalizar y adaptar mejor los tratamientos. Tenemos más herramientas para escuchar, aprender y proponer estrategias", concluye Medina.