Qué ocurre en una enfermedad autoinmune

Es un trastorno en el que el cuerpo, sin razón aparente, empieza a atacar al propio organismo de distintas formas y con diferentes consecuencias.

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Qué ocurre en una enfermedad autoinmune
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Todos tenemos un sistema de defensas, el sistema inmunitario, cuyo objetivo es mantenernos saludables defendiendo al cuerpo de todo aquello que quiera atacarlo.

Pero a veces las defensas fallan y en lugar de proteger lo que hacen es atacar, por error, a las células sanas del cuerpo, provocando entonces trastornos muy variados como pueden ser la celiaquía, la artritis reumatoide, el lupus o la enfermedad de Crohn, entre otros.

¿Qué son las enfermedades autoinmunes?

No se conocen bien las causas que provocan estas alteraciones, pero se cree que es posible que algunos microorganismos (como bacterias y virus) o también los fármacos, podrían originar una serie de alteraciones que confundieran a nuestro sistema de defensas.

Sí que se sabe que hay personas que tienen genes que predisponen a sufrir algún trastorno de este tipo y, que por este motivo, estas enfermedades tienden a ser hereditarias. Pueden presentarse en cualquier momento pero son más habituales a mediana edad y entre las mujeres.

Aunque siempre son las defensas las que fallan, no hay un patrón común entre cada una de las enfermedades que esto provoca porque depende de los órganos afectados. Lo que sí comparten algunas de estas enfermedades son los síntomas, pero son tan ambiguos como la fatiga. Por eso muchas veces no es fácil diagnosticarlas y se requieren diversas pruebas. Hay más de 80 trastornos autoinmunes distintos, pero te detallamos son los más habituales.

Enfermedad inflamatoria intestinal

Con este nombre se conocen dos trastornos del tubo digestivo: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Se cree que están provocadas por algún microbio que “activa” las defensas originando una inflamación.

  • En la enfermedad de Crohn, esta afecta a cualquier parte del tubo digestivo, de la boca al ano. Provoca dolor abdominal y diarreas sanguinolentas. Se trata con fármacos y a veces se requiere cirugía.
  • La colitis ulcerosa se localiza solo en el intestino delgado, aunque los síntomas son similares.

Diabetes tipo I

El sistema de defensas ataca a las células del páncreas encargadas de producir insulina. La insulina es necesaria para que el organismo utilice la glucosa que el cuerpo recibe. En este tipo de Diabetes el páncreas no puede generar insulina lo que causa un problema de salud grave.

Esta diabetes aparece ya en la niñez o en la juventud. Es menos común que la tipo II ( en este caso hay insulina pero esta no hace bien su función). El único tratamiento posible es recibir insulina a diario y de por vida.

Artritis reumatoide

En esta enfermedad, los principales tejidos dañados son las articulaciones. El trastorno comienza de manera lenta, con dolor articular leve, rigidez y fatiga. Las articulaciones pueden mostrarse calientes y dolorosas.

Las muñecas, las rodillas, los dedos de las manos y los tobillos son las zonas más afectadas. Poco a poco se van deformando y limitando su movimiento. Para el diagnostico resulta muy útil la determinación en sangre de lo que se conoce como factor reumatoide (se mide en una analítica la cantidad de estos anticuerpos). Se trata con antiinflamatorios y corticoides, entre otros.

Otro trastorno autoinmune que se manifiesta en forma de dolor en las articulaciones es la psoriasis, aunque se la conozca más por las lesiones en la piel.

Celiaquía

En este caso, la diana del sistema inmune es el intestino delgado. En las personas que la sufren se produce una reacción exagerada frente al gluten que provoca una lesión del revestimiento del intestino. Dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, pérdida de peso y fatiga son algunos de los síntomas y eso puede dificultar el diagnóstico.

Se trata suprimiendo el gluten de la dieta.

El lupus

Le llaman la enfermedad de las mil caras porque puede afectar a cualquier órgano, aunque es más habitual que ataque a la piel y las articulaciones. Puede ser difícil de diagnosticar. Y es que, como otras autoinmunes, el lupus se manifiesta en forma de brotes pero los síntomas son muy variopintos (desde dolor muscular y articular hasta pérdida de cabello). Eso sí, casi siempre se da una coloración típica que afecta a la cara, en concreto a la nariz y mejillas que se enrojecen de forma exagerada (“alas de mariposa”).

Para confirmar el diagnóstico es útil buscar en la sangre ciertos anticuerpos típicos de la enfermedad. En algunos casos puede estar provocada por fármacos.

Otras autoinmunes MENOS frecuentes

  • Algunos problemas de tiroides: algunas alteraciones de esta glándula tienen un origen autoinmune. Las más comunes son la enfermedad de Graves (la glándula produce muchas hormonas) y la tiroiditis de Hashimoto (fabrica menos).
  • Anemia perniciosa: se lesiona la mucosa del estómago, lo que dificulta la absorción de la vitamina B12, clave para fabricar glóbulos rojos.
  • Enfermedad de Addison: se encuentran afectadas las glándulas suprarrenales, encargadas de sintetizar algunas hormonas como el cortisol y las hormonas sexuales. Los síntomas son debilidad, fatiga, tensión baja...
  • Vitíligo: es una curiosa alteración en la que se dañan los melanocitos (células que dan color a la piel) y aparecen manchas blancas por falta de pigmentación.