La exposición al formaldehído aumenta el riesgo de problemas de memoria

Las personas que por su trabajo están expuestas al formaldehído, un gas de olor fuerte que se usa en la fabricación de muchos productos, podrían tener más riesgo de sufrir deterioro de la memoria en un futuro.

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El formaldehído de algunos productos aumenta el reisgo de deterioro cognitivo
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Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El formaldehído es un gas de olor fuerte que se utiliza en la fabricación de maderas, pinturas, barnices, aprestos para tejidos, cosméticos, medicamentos, plásticos, pegamentos, productos de limpieza...

Se ha demostrado que tiene un efecto cancerígeno y ahora un nuevo estudio publicado en la revista médica de la Academia Americana de Neurología sugiere que las personas que, por su trabajo, están más expuestas al formaldehído tienen más riesgo de deterioro cognitivo.

Profesiones de riesgo

El estudio al que nos referimos examinó a 75.322 personas en Francia con una edad promedio de 58 años.

De ellas, el 8%, o 6.026, estuvieron expuestas al formaldehído durante su vida laboral.

  • Sus ocupaciones incluían enfermeras, cuidadores, técnicos médicos, trabajadores de las industrias textil, química y metalúrgica, carpinteros y limpiadores.

Como verás, profesiones de lo más variado. Son muchos los trabajos que provocan una exposición prolongada a este gas de olor tan característico.

Exposición al formaldehído

Los participantes se dividieron en tres grupos según sus años de exposición al formaldehído.

  • Exposición baja: 6 años o menos.
  • Exposición media: entre 7 y 21 años.
  • Exposición alta: más de 22 años.

Los participantes también se dividieron en tres grupos según su exposición acumulada, que es la cantidad total de formaldehído a la que está expuesta una persona durante su vida en función de la probabilidad, intensidad y frecuencia de exposición.

Cómo afecta a la función cognitiva

La exposición al formaldehído se ha relacionado con ciertos cánceres, pero lo que querían demostrar ahora el equipo de investigadores de la Universidad de Montpellier era cómo afectaba a la función cognitiva.

  • Para ello, realizaron entre los participantes 7 pruebas comunes de recuerdo de palabras, memoria, atención, razonamiento y otras habilidades de pensamiento con el objetivo de evaluar cada una de estas parcelas y obtener una puntuación cognitiva global.

Después de ajustar por edad, sexo, educación y otros factores, los investigadores encontraron que las personas que estuvieron expuestas al formaldehído en el trabajo tenían, de promedio, un 17% más riesgo de tener problemas de pensamiento y memoria en comparación con las que no estuvieron expuestas.

Obviamente, cuantos más años o mayor había sido la cantidad de gas a la que habían estado expuestos, mayor era el riesgo de demencia:

  • Los trabajadores que estuvieron expuestos al formaldehído durante 22 años o más tenían un 21% más riesgo de deterioro cognitivo global en comparación con aquellos que nunca estuvieron expuestos.
  • Los trabajadores con la exposición acumulada más alta al formaldehído tenían un 19% más riesgo en promedio de tener deterioro cognitivo en comparación con aquellos que no habían estado expuestos.

Limitar los efectos de este tóxico

"El uso de formaldehído ha disminuido en las últimas décadas; sin embargo, nuestros resultados destacan el hecho de que todavía hay miles de personas cuyo trabajo las expone a sustancias químicas, y pueden tener más riesgo de deterioro cognitivo más adelante debido a ello", señala Noemie Letellier, primera autora del estudio.

Este estudio es un toque de atención tanto para trabajadores como para empresas. Los primeros deben tomar precauciones y las empresas hacer lo posible para buscar formas de reducir la exposición a este químico peligroso.

Según señala la Fundación Vivo Sano, en dosis superiores a las 30 ppm (partes por millón) el formaldehído puede llegar a ser mortal.

  • Estos niveles tan elevados solo se producen en ambientes profesionales, por lo que los trabajadores que están expuestos a estos productos deben usar los sistemas de protección que marca la legislación para evitar posibles intoxicaciones.

No hay que olvidar que a partir de concentraciones de 0,1 ppm de formaldehído puede aparecer irritación en ojos, nariz y garganta; lagrimeo, sensación de ardor, náuseas, tos, opresión en el pecho, dolor de cabeza, dificultad para respirar, problemas para conciliar el sueño...

Aunque el riesgo afecta especialmente a las personas cuyo trabajo las expone a este gas, no hay que olvidar que algunas personas especialmente sensibles pueden desarrollar síntomas aunque la exposición sea baja.

Cómo evitar el formaldehído en el hogar

El formaldehído se encuentra en muchos productos de uso habitual en el hogar, pero puedes tomar medidas para reducir la exposición a este tóxico. La Fundación Vivo Sano recomienda:

  • Lavar la ropa nueva varias veces con agua caliente antes de usarla y evitar la compra de prendas con aprestos resistentes a las arrugas y a las manchas. Los tejidos de algodón 100%, poliéster, nylon y fibras acrílicas contienen menos formaldehído.
  • Al adquirir cosméticos, fármacos o productos de higiene personal fíjate que el formaldehído o liberadores de esta sustancia no aparezcan entre los ingredientes que figuran en la etiqueta.

Según la normativa de cosméticos de la Unión Europea, se permiten concentraciones de formaldehído por debajo del 0,2%, y un 0,05% es el límite a partir del cual se debe indicar en la etiqueta que "contiene formaldehído".