Los inhibidores de la ECA, fármacos muy utilizados para tratar la hipertensión, tienen un inesperado efecto positivo en el cerebro. Científicos de la Universidad de Minnesota han descubierto que aumentan el efecto de los opioides que el cerebro produce de forma natural.
El hallazgo puede ser útil para frenar las propiedades adictivas de los opioides que se usan para tratar el dolor crónico. Recordemos que el trastorno por consumo de opioides es un grave problema de salud. También podría ser útil para tratar trastornos del estado de ánimo como la depresión. Los resultados del estudio se han publicado en Science.
Inhibidores de la ECA
Los inhibidores de la ECA (enzima convertidora de la angiotensina) son medicamentos que ayudan a relajar las venas y las arterias para reducir la presión arterial.
- Lo que hacen es bloquear la acción de esta enzima, que estrecha los vasos sanguíneos. Al relajarse los vasos sanguíneos, se reduce la presión arterial y el corazón recibe más sangre rica en oxígeno.
- Los inhibidores de la ECA también reducen la cantidad de sal y líquido en el organismo, lo que también ayuda a reducir la presión arterial.
La mayoría de los hipertensos que se medican toman como primera opción un diurético y un inhibidor de la ECA. Estos fármacos, combinados con los diuréticos, suelen ser la primera opción de tratamiento.
Efecto positivo en el cerebro
Pero más allá de regular la presión arterial, parece ser que los ECA tienen un efecto positivo en el cerebro.
El equipo de investigadores de la Universidad de Minnesota liderado por Patrick Rothwell, profesor del Departamento de Neurociencia en la Facultad de Medicina de dicha universidad, ha demostrado que aumentan la acción de los opioides que el cerebro produce de forma endógena. Así lo explica a Saber Vivir el profesor Rothwell:
- "Nuestro estudio demostró que los inhibidores de la ECA pueden contrarrestar algunas propiedades adictivas de fármacos como el fentanilo (analgésico opioide que se usa para el dolor crónic), por lo que existe potencial para el tratamiento de los trastornos por consumo de opioides".
- "La región del cerebro que estudiamos (el núcleo accumbens) también juega un papel importante en la regulación del estado de ánimo y los trastornos del estado de ánimo como la depresión. En esta región del cerebro, los inhibidores de la ECA mejoran la señalización de los opioides, lo que se espera que tenga un efecto positivo en el estado de ánimo".
- "De hecho, hay varios estudios clínicos que sugieren que los pacientes que toman inhibidores de la ECA pueden experimentar alivio de la depresión y una mejor calidad de vida".
- "Por lo tanto, creemos que existe una posibilidad de que los inhibidores de la ECA modificados tengan potencial para tratar los trastornos del estado de ánimo como la depresión".
Contrarrestar la adicción a los opioides
El trastorno por abuso de opiodes es un auténtico problema de salud pública. Estos analgésicos (fentanilo, oxicodona, hidrocodona, fentanilo o tramadol) son eficaces para aliviar el dolor crónico pero también generan adicción porque activan los poderosos centros de recompensa del cerebro.
- Los fármacos opioides aumentan la liberación de endorfinas, neurotransmisores cerebrales que generan bienestar y reducen la sensación de dolor, lo que provoca una sensación placentera temporal pero muy poderosa. Cuando pasa el efecto de la dosis, se desea recuperar esa sensación.
- Si se toman analgésicos opioides con frecuencia, el cuerpo produce endorfinas de forma más lenta. Se genera tolerancia y se tiende a aumentar las dosis. Este círculo explica por qué son tan adictivos estos fármacos.
Los médicos son conscientes de ello y son reticentes a aumentar la dosis de fármaco, por que lo que muchas personas los toman por cuenta propia.
Según el estudio de la Universidad de Minnesota, los inhibidores de la ECA aumentarían los opiodes que genera el cerebro de forma natural. Podría compararse a lo que ocurre con el ejercicio, que también ayuda a generar opioides naturales.
Estos opioides endógenos, a diferencia de los que aportan drogas externas como el fentanilo, no generarían dependencia. La razón es, según otro estudio publicado en Cell, las neuronas no reaccionan de la misma forma a los opioides creados por el cuerpo (como las endorfinas al hacer ejercicio por ejemplo) que a compuestos puramente sintéticos, como el fentanilo.
"Nuestros hallazgos sugieren una nueva estrategia para impulsar la señalización de opioides en el cerebro de una manera protectora y beneficiosa, con un riesgo muy bajo de dependencia o adicción", concluye Patrick Rothwell.