El 'páncreas artificial' cambia la vida de los niños con diabetes

Un dispositivo que actúa como un páncreas artificial desarrollado por investigadores de Cambridge ajusta automáticamente la cantidad de insulina que necesita el niño, por lo que los padres no necesitan estar tan pendientes de los niveles de azúcar del niño.

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Páncreas artificial en en niños para regular la insulina
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Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El manejo de la diabetes tipo 1 en niños pequeños es todo un reto. Y es que controlar bien sus niveles de glucosa no es fácil. Sus necesidades de insulina pueden variar porque su respuesta al tratamiento, la dieta o la actividad física también es más impredecible.

Por ello los niños con diabetes tipo 1 corren más riesgo de sufrir bajadas (hipoglucemia) o subidas de glucosa (hiperglucemia).

  • Los médicos recurren cada vez más a dispositivos que monitorean continuamente los niveles de glucosa y administran insulina a través de una bomba que proporciona insulina a través de una cánula insertada en la piel.

Sin embargo, estos dispositivos funcionan bien en niños más mayores, pero no tanto en niños pequeños.

Investigadores de la Universidad de Cambridge han desarrollado una especie de "páncreas artificial" que ajusta automáticamente la cantidad de insulina que necesita el niño. Todavía no está disponible comercialmente, pero ha demostrado ser muy eficaz y facilita la vida vida tanto al niño como a los padres.

Diabetes tipo 1 en niños

En la diabetes tipo 1, el páncreas pierde su capacidad de fabricar insulina, la hormona encargada de llevar la glucosa a las células, porque el sistema inmunitario destruye las células pancreáticas encargadas de fabricarla.

  • No se sabe exactamente la causa de la diabetes tipo 1, aunque se sospecha que puede haber una predisposición genética combinada con la exposición a algún virus.
  • Si la enfermedad no se controla y se producen constantemente picos de glucemia, puede afectar al coeficiente intelectual del niño y provocar un crecimiento cerebral más lento.

Para lograr un control de la diabetes, dependen de inyecciones de insulina diarias o de una bomba de insulina que controle las concentraciones de glucosa en sangre.

También deben controlar los hidratos de carbono que toman y hacer ejercicio de forma regular.

Páncreas artificial frente a bomba de insulina

En el caso de los niños, cada vez se recurre más a terapias con bomba aumentada por sensor (bombas de insulina) para suministrar la insulina que necesita.

Pero esta tecnología requiere que los padres revisen los niveles de glucosa de sus hijos usando un monitor y luego ajusten manualmente la cantidad de insulina administrada por la bomba.

Como decíamos, funciona bien en niños más mayores, pero no tanto en niños pequeños.

Un equipo de la Universidad de Cambridge dirigido por el profesor Roman Hovorka ha desarrollado una aplicación (CamAPS FX) que funciona como un páncreas artificial:

  • La aplicación, combinada con un monitor de glucosa y una bomba de insulina, ajusta automáticamente la cantidad de insulina que necesita el niño en función de los niveles de glucosa previstos o de lo que necesita en tiempo real.
  • Es un "sistema híbrido de circuito cerrado", lo que significa que el cuidador del niño tendrá que administrar insulina a la hora de las comidas, pero el resto del tiempo el algoritmo funciona por sí solo.

"CamAPS FX hace predicciones sobre lo que cree que es probable que suceda a continuación en función de la experiencia pasada", explica el profesor Roman Hovorka.

"Aprende cuánta insulina necesita el niño durante el día y cómo cambia esto en diferentes momentos del día".

"Luego usa esta información para ajustar niveles de insulina y ayudar a alcanzar los niveles ideales de azúcar en la sangre".

"Aparte de las comidas, está totalmente automatizado, por lo que los padres no necesitan monitorear continuamente los niveles de azúcar en la sangre de sus hijos", concluye.

Sin duda, un gran avance y un alivio para mucho padres.

Comprobar la eficacia del páncreas artificial

Para comprobar la eficacia del "páncreas artificial", el equipo internacional de investigadores dirigido por Roman Hovorka reclutó 74 niños con diabetes tipo 1 entre uno y siete años.

Durante 16 semanas los niños usaron el páncreas artificial y a lo largo de 16 semanas más utilizaron la bomba de insulina. Mientras usaron el páncreas artificial:

  • Los niños pasaron el 71,6% del día en el rango objetivo para sus niveles de glucosa, casi 9 puntos por encima en comparación con el periodo que usaron la bomba, lo que representa 125 minutos adicionales por día con un buen control del azúcar.
  • Pasaron menos de un 22,9% del día con niveles altos de glucemia (hiperglucemia), casi nueve puntos porcentuales menos que durante el período de control.

Buen control de la glucosa en sangre

La aplicación redujo los niveles promedio de azúcar en la sangre, una medida de una molécula conocida como hemoglobina glicosilada (HbA1c).

  • La hemoglobina glicosilada se desarrolla cuando la hemoglobina, una proteína dentro de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno por todo el cuerpo, se une a la glucosa en la sangre y se 'glucosa'.
  • Al medir la HbA1c, los médicos pueden obtener una imagen general de cuáles han sido los niveles promedio de azúcar en la sangre de una persona durante un período de semanas o meses.
  • Para las personas con diabetes, cuanto mayor sea la HbA1c, mayor será el riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con la diabetes.

cambia la vida a padres y niños

"Los niños muy pequeños son extremadamente vulnerables a los cambios en sus niveles de azúcar en la sangre, lo que puede tener consecuencias para el desarrollo de su cerebro", señala la Dra. Julia Ware, primera autora del estudio.

"Además, la diabetes es muy difícil de controlar en este grupo de edad, lo que crea una gran carga para las familias", señala.

Este dispositivo que imita un páncreas artificial permite mantener unos buenos niveles de azúcar en sangre y controlar la subidas de glucosa sin afectar a la hipoglucemia.

  • No hay que olvidar que uno de los principales problemas para las familias de niños pequeños con diabetes tipo 1 es la mala calidad del sueño, ya que el riesgo de hipoglucemia es más alto durante la noche.

Sin embargo, en su estudio los investigadores comprobaron que más del 80% de las lecturas del sensor durante la noche estaban dentro de la normalidad.

"Los padres han descrito nuestro páncreas artificial como un cambio de vida, ya que significaba que podían relajarse y pasar menos tiempo preocupándose por los niveles de azúcar en la sangre de sus hijos, especialmente durante la noche. Nos dicen que les deja más tiempo para hacer lo que cualquier familia 'normal' puede hacer, jugar y hacer cosas divertidas con sus hijos", concluye la Dra. Wear.