Por qué cada vez hay más alergia al polen

Este tipo de alergia se ha disparado de forma alarmante en los últimos años y se prevé que siga haciéndolo. La contaminación, un exceso de higiene y el abuso de antibióticos podrían ser las causas.

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Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud


En ocasiones las cifras hablan por sí solas, y la alergia al polen es un ejemplo evidente de ello. El Dr. Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica asegura que:

  • "Un 65% de las personas que consultan al alergólogo lo hacen por síntomas de rinoconjuntivitis y asma (el resto sería por alergias alimentarias, medicamentos...). Y en un 70% de estos casos, los síntomas se deben al polen (en 2005 el porcentaje era del 50%)".

De los 16 millones de españoles con alguna alergia, 12 millones lo son al polen

  • Si los porcentajes ya dejan claro la dimensión del problema, las cifras absolutas todavía más: de los 46 millones de españoles, 16 millones tienen algún tipo de alergia y, de estos, 12 lo son al polen.
  • Incluso se están viendo casos en mayores de 60 años que nunca habían tenido problemas de este tipo.
  • Además, cada vez hay más alérgicos al polen que también lo son a los ácaros, a la caspa de los animales o al moho.

Por qué aumentan tanto las alergias

La causa de esta reacción exagerada del sistema inmunológico tiene que ver con:

  • El entorno higiénico en el que vivimos. Lasdefensas están desocupadas y acaban rebelándose contra alérgenos como el polen porque no tienen otras cosas más importantes contra las que actuar.
  • El abuso de antibióticos. Alteran la microbiota intestinal, destruyendo bacterias buenas necesarias para un buen funcionamiento del sistema inmunitario.

La contaminación agrava el problema

Pero, además del entorno higiénico y el abuso de antibióticos, el gran culpable del aumento de casos de alergia al polen es la contaminación. Básicamente porque provoca un aumento de gases tipo invernadero como el CO2. Y, tal y como nos explica el Dr. Ángel Moral, este gas…

Aumenta la cantidad de polen

  • Es un auténtico “fertilizante” para las plantas, ya que necesitan de él para hacer la fotosíntesis.
  • Por eso, en un ambiente donde hay contaminación las plantas crecen más (de hecho, se está viendo que en varios puntos de España las cosechas de trigo o de olivo han aumentado por este motivo).

El CO2 es como un fertilizante para las plantas

  • Y cuanto más crecen, más cantidad de polen producen.
  • Por lo tanto, es lógico pensar que si hay más volumen de partículas en el ambiente, el riesgo de desarrollar sensibilidad es mayor.

Dura más tiempo

  • Los gases de efecto invernadero como el CO2 han aumentado la temperatura del planeta.
  • Y esto ha provocado que las plantas empiecen el periodo de polinización antes y lo acaben más tarde: lo que hace unos años duraba un mes o dos, ahora puede durar cuatro.

Hace que sea más agresivo

  • En un ambiente contaminado no solo hay CO2, hay también partículas diésel y otros contaminantes que no gustan nada a las plantas.
  • En esta situación, modifican su metabolismo y producen las llamadas "proteínas de estrés", que son las mismas que liberan cuando están enfermas e intentan sobrevivir.
  • La consecuencia de ello es que el polen de esa planta es mucho más alergénico que el de otras zonas donde no hay polución, incluso aunque se trate del mismo vegetal.

El polen de las zonas contaminadas es más alergénico

  • Esto explica por qué en las ciudades, a pesar de que hay menos plantas que en el campo, son más los alérgicos al polen.

Puede parecer un catarro, pero no lo es

Identificar una alergia ante las primeras señales y tomar las medidas adecuadas es clave para controlarla y evitar que vaya a más. Y en el caso de las respiratorias, en ocasiones puede confundirse con un catarro. Sin embargo, el Dr. Moral explica que hay pistas claras que ayudan a evitar la confusión:

  • Si es leve... Los síntomas de una alergia al polen o a los ácaros suelen quedarse en un simple picor de ojos, como si tuvieras arenilla. También pueden afectar a la nariz y provocar estornudos frecuentes y moqueo; pero a diferencia de la mucosidad del catarro, la de la alergia es completamente líquida y transparente. Tampoco hay fiebre ni malestar general, como puede haber en un resfriado.

Una alergia que empieza con rinitis puede acabar en asma

  • ¿Y si hay asma? Cuando los síntomas son más intensos, la alergia puede afectar a los bronquios y provocar opresión en el pecho, dificultad para respirar y pitidos, tos... Estaríamos ante un caso de asma de origen alérgico. Nuevamente, la pista para distinguirla del asma provocada por una bronquitis crónica es que no notas mucosidad en el pecho.

Ojo con los antihistamínicos

En ocasiones la enfermedad avanza rápido y, lo que empieza con un picor en los ojos, con los años puede acabar dificultando la respiración.

Pero también puede ocurrir que no vaya a más. Es aquí cuando muchas personas, por cuenta propia y sin control médico, recurren a fármacos que actúan bloqueando la histamina para aliviar las molestias leves.

Una práctica que hay que evitar porque puede que la dosis no sea correcta o no se tomen durante el tiempo adecuado. Además, pueden tener efectos secundarios.

Cómo protegerte del polen

Evitar la exposición al alérgeno es básico para controlar los síntomas:

  • Infórmate de los niveles que hay en tu lugar de residencia en la página www.polenes.com
  • Las horas con mayor concentración son de 12 a 16 h. Evita salir a la calle en esa franja o usa una mascarilla o un pañuelo que te tape la boca y la nariz.
  • Lávate la cara y cámbiate de ropa al llegar a casa para eliminar las partículas que traes de fuera.
  • Haz la limpieza de casa a primera o última hora del día, usa una bayeta húmeda, aspira en lugar de barrer, no tiendas la ropa fuera y ventila solo 5 minutos.