Los divertículos son una especie de pequeñas bolsas que se forman en la pared interna del intestino y que crecen hacia fuera (justo al contrario de lo que ocurre con los pólipos).
La aparición de este tipo de problema se conoce como diverticulosis o enfermedad diverticular del colon y, cuando los divertículos se inflaman o se infectan, dan lugar a una diverticulitis.
Un problema cada vez más frecuente
Según explica el Dr. Ramón Angós Musgo, especialista del Departamento de Digestivo de la Clínica Universidad de Navarra, "la diverticulosis ha ido en aumento en los últimos 20 años y se calcula que casi el 40% de las personas mayores de 60 años tiene divertículos, mientras que en la gente joven son prácticamente inexistentes".
Una dieta baja en fibra y el sedentarismo son factores desencadenantes
Se desconoce por qué aparecen, aunque se ha visto que una dieta baja en fibra y el sedentarismo son factores que predisponen a la formación de divertículos.
Habitualmente estas protuberancias suelen concentrarse en el colon descendente, sobre todo en una zona denominada sigma que desemboca en el recto y se encuentra situada en la parte izquierda del intestino grueso.
Por eso, es el primer sitio que el médico explora cuando sospecha de un caso de diverticulosis. En casos poco frecuentes, pueden localizarse otras zonas.
Muchas veces pasan inadvertidos
En muchas ocasiones su presencia pasa desapercibida porque, de entrada, "el 80% de los pacientes que tienen diverticulosis no presentan síntomas", explica el Dr. Angós.
Es muy habitual detectarlos de forma casual al realizar pruebas digestivas por otro motivo, como por ejemplo al hacer una colonoscopia rutinaria para prevenir el cáncer de colon.
Sin embargo, en ciertos casos sí que provocan molestias y dolor abdominal, normalmente en el lado izquierdo. También es habitual notar cambios en el ritmo intestinal (los divertículos pueden provocar tanto estreñimiento como diarrea) y tener el abdomen hinchado. Estos síntomas normalmente suelen indicar que la diverticulosis ha dado lugar a la aparición de complicaciones.
El 80% de los pacientes con diverticulosis no presentan síntomas
Una vez se han formado, los divertículos no desaparecen. Lo único que podemos hacer es tomar ciertas precauciones para que no vayan a más y no molesten.
una dieta rica en fibra
"Aconsejamos una dieta rica en fibra (con frutas, verduras, ensaladas, frutos secos...), que ayudará a que haya menos divertículos y a evitar que se inflamen. También es muy recomendable hacer ejercicio físico", apunta el Dr. Angós.
En cambio, "no hay evidencias que alimentos como las nueces, los cereales, las frutas con pepitas pequeñas (como el kiwi o las frambuesas) provoquen la aparición de diverticulosis ni que estén contraindicados en el caso de haber padecido un episodio de diverticulitis".
En general, se aconseja aumentar el consumo de:
- Productos integrales de grano entero (como trigo, avena o cebada).
- Verduras de hoja verde oscuro y frutas con piel.
- Beber agua, en una cantidad suficiente para ablandar el bolo fecal y permitir su expulsión. Las necesidades variarán en función de la dieta, la persona y la deshidratación que sufra por el calor o por hacer mucho ejercicio. Como idea general habrían de ser unos ocho vasos al día.
Cuando los divertículos se inflaman o se infectan...
En este caso aparece una diverticulitis, también conocida como "apendicitis del lado izquierdo". Los síntomas más habituales son fiebre no muy alta (a veces ni siquiera llega a 38º), dolor en el abdomen (sobre todo en el lado izquierdo) y cambios en el ritmo intestinal.
Al acudir a urgencias, en vista de los síntomas es habitual que se realice una analítica y una ecografía abdominal para confirmar el diagnóstico. Si se trata de una diverticulitis leve, normalmente se aplica un tratamiento con antibióticos de forma ambulatoria. También se suele recomendar algún probiótico para mejorar la flora intestinal.
Las diverticulitis leves se suelen tratar con antibióticos orales
Ladiverticulitis severa necesita el ingreso en el hospital para administrar antibióticos intravenosos (entre 5 y 7 días).
"Habitualmente el paciente debe estar sin comer uno o dos días, después se instaura una dieta baja en residuos y, posteriormente, una dieta rica en fibra", explica el Dr. Angós. ¿Y qué ocurre si se repite la diverticulitis?
"Antes mandábamos al paciente a operar, pero ahora damos tandas de antibióticos la primera semana de cada mes durante varios meses. Así conseguimos evitar bastante bien la recaída con nuevas diverticulitis. Si se siguen produciendo, es necesario operar para retirar el trozo de colon donde se encuentran los divertículos."
¿y si la diverticulitis se complica?
La complicación más grave es la perforación intestinal, que requiere una cirugía de urgencia. También puede producirse un absceso de pus alrededor de los divertículos (en este caso, es posible que además de administrar antibióticos se necesite también drenar el pus).
Para mejorar la flora normalmente se recomienda tomar probióticos
Cuando las diverticulitis se repiten con frecuencia, es posible que el intestino disminuya de calibre (un problema que, a la larga, puede requerir cirugía).
La diverticulosis no es maligna ni se maligniza nunca
Además, los divertículos pueden sangrar y provocar una hemorragia digestiva baja que, en ocasiones, necesita ser tratada mediante una intervención.
Finalmente, hay que tener en cuenta que la enfermedad diverticular no es maligna ni se maligniza nunca. Sin embargo, sobre todo en personas mayores, es posible que una diverticulitis aguda enmascare un cáncer de colon.
Por eso, si previamente la persona afectada no se ha hecho una colonoscopia, se recomienda realizar esta prueba en cuanto se cure la diverticulitis para descartar otros problemas.