¿Por qué sentimos más dolor de noche? Cómo aliviarlo para poder dormir

De noche el dolor empeora porque desciende el cortisol, que es una hormona antiinflamatoria. Es un círculo vicioso porque el dolor interrumpe el sueño y el insomnio hace que se liberen citoquinas inflamatorias, que a su vez aumentan las sensibilidad al dolor.

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iStock Dolor de noche
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La mayoría de las personas que sufren dolor crónico aseguran que el dolor empeora de noche.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

En España, un 32% de la población adulta sufre algún tipo de dolor,
el 11% lo padece de forma crónica y el 5% a diario, según la Sociedad Española de Neurología. Las consultas por dolor suponen el 50% de las visitas a atención primaria.

El dolor crónico a menudo fluctúa durante el día.  Algunas personas notan más dolor por la mañana y otras por la tarde o al revés, pero una gran mayoría asegura que las molestias empeoran de noche e interrumpen en gran medida el sueño.

¿Qué es el dolor crónico?

El dolor crónico se define como un dolor que dura al menos tres meses y puede llegar a convertirse en un problema permanente. Un 50% de las personas que tienen dolor crónico sufren lo que se conoce dolor neuropático.

"El dolor neuropático, es el dolor que se origina como consecuencia directa de una lesión o enfermedad que afecta al sistema somatosensorial. Y, a diferencia de otros tipos de dolor que pueden ser una señal de nuestro cuerpo, no tiene ninguna utilidad beneficiosa para el organismo. Se trata de una disfunción del sistema nervioso que hace que nuestro sistema sensitivo interprete como dolorosos ciertos estímulos que en realidad no lo son", explica el Dr. Pedro Bermejo Velasco, Coordinador del Grupo de Estudio de Dolor Neuropático de la Sociedad Española de Neurología.

Ciertas enfermedades neurológicas, infecciones, traumatismos, diabetes y cáncer suelen ser las principales causas de la aparición de dolor neuropático. También puede surgir como una consecuencia post-operatoria de una cirugía. La artritis, la artrosis y las cefaleas también están detrás del dolor crónico.

¿Qué síntomas provoca el dolor crónico?

Los síntomas que provoca el dolor crónico varían de una persona a otra. Algunas notan sensaciones de ardor (como si el quemase)o frío intenso, escozor, pinchazos como si fuera una descarga eléctrica, hormigueo, adormecimiento, acorchamiento, pesadez excesiva e  falta de sensibilidad de la zona afectada.

¿Por qué el dolor se intensifica del noche?

Ellen Slawsby, directora de la unidad del dolor del Benson-Henry Institute for Mind Body Medicine y profesora en la facultad de medicina de Harvard, analiza en un artículo de la prestigiosa universidad por qué sentimos más dolor de noche:

  • Hormonas. En su justa medida, el cortisol es una hormona que tiene una acción antiinflamatoria pero de noche se reduce su producción, por eso las personas que tienen dolor crónico pueden experimentar más molestias por la noche.
  • El reloj biológico del dolor. Estudios sugieren que el dolor, como otras funciones del cuerpo, tiene un ritmo circadiano que sigue un reloj biológico interno y que por ello de noche se intensifica.
  • El insomnio aumenta el dolor. El dolor crónico es siempre incapacitante, pero cuando aparece de noche se añade una problemática: no deja dormir. Es un círculo muy negativo porque la falta de sueño empeora el dolor. "La privación del sueño aumenta la liberación de unas proteínas llamadas citoquinas que están involucradas en la respuesta inflamatoria del cuerpo, lo que provoca que las personas sean aún más sensibles al dolor", apunta Slawsby. Se estima que el 50% de las personas con dolor crónico sufren insomnio.

Consejos para aliviar el dolor de noche

El dolor puede dificultar en gran medida el descanso. Dedicar 20 minutos antes de acostarse a realizar una rutina de relajación ayudará a conciliar el sueño y evitar que el dolor te despierte.

  • Ducha de agua caliente. La ducha de agua tibia es la más relajante, pero si hay dolor es mejor una ducha caliente, aconsejan los expertos de Sleep Advisor. Dejar que el agua caliente fluya sobre puntos doloridos alivia contracturas y molestias articulares porque relaja la musculatura rígida. La ducha caliente también alivia las migrañas al reducir la presión en la cabeza y mejorar la circulación. Cinco minutos de ducha caliente también reducen la inflamación gracias al aumento de la circulación que genera el calor.
  • Estiramientos suaves o yoga. Relajan la tensión muscular acumulada durante el día y favorecen el sueño.
  • La técnica de respiración 4-7-8. Desarrollada por el doctor Andrew Weil, de la Universidad de Harvard, consiste en inspirar por la nariz 4 segundos, aguantar la respiración durante 7 más y exhalar el aire durante 8 segundos.
  • No pienses en el dolor. Las personas que sufren dolor suelen irse a la cama con miedo pensando que el dolor no los dejará dormir, pero es importante cambiar este círculo. "Si tienes miedo de no quedarte dormido debido al dolor, recuerda que has dormido bien en el pasado y que puedes volver a hacerlo. Si el dolor crónico aparece por la noche, piensa que desaparecerá pronto, como antes. Es difícil cambiar esta forma de pensar, pero es importante tener un pensamiento más positivo para mitigar el dolor", advierte la profesora Slawsby de la Universidad de Harvard.

¿Qué hacer si el dolor te despierta?

No permanezcas en la cama dando vueltas. Levántate y haz algo relajante como escuchar música o leer un libro (evita los dispositivos electrónicos). De esta manera tu cerebro genera adenosina, una sustancia química que se acumula en el cerebro a lo largo del día y que crea una especie de "presión de sueño" o ganas de dormir cuando llega la noche.