Los síntomas propios de rinitis como los estornudos, el goteo nasal, el picor de nariz o el lagrimeo de ojos son frecuentes en la alergia.
La alergia al polen es cada vez más común. 16 millones de españoles sufren algún tipo de alergia y, de estos, 12 lo son al polen. La contaminación, los entornos demasiado higiénicos que no estimulan las defensas o el abuso de antibióticos son las principales causas del aumento de este trastorno. Incluso cada vez se ven más casos de mayores de 60 años que nunca habían tenido problemas de este tipo.
Los síntomas de alergia al polen pueden confundirse con otras afecciones como el resfriado, pero conviene saber distinguirlos para tomar las precauciones necesarias.
Síntomas de alergia al polen
Lo más habitual es que la alergia al polen provoque síntomas propios de rinitis y en casos más graves de asma.
- Picor en los ojos que se acompaña de lagrimeo. Los ojos pueden llegar a picar tanto cuando te expones al polen que dificulta la visión.
- Goteo nasal. La alergia se caracteriza por un goteo nasal constante y unas secreciones claras. En un resfriado la mucosidad es más densa.
- Estornudos repetidos. Pueden producirse verdaderos ataques en los que la persona no puede parar de estornudar.
- Picor nasal. Normalmente los estornudos vienen precedidos por picor en la nariz.
- Cansancio. La alergia suele causar fatiga.
- Dificultad para respirar. En algunos casos la alergia al polen puede provocar ataques de asma, sobre todo si no se trata.
Cómo saber si es alergia al polen
Los síntomas anteriores son típicos de alergia al polen pero la rinitis o el asma pueden no tener un origen alérgico.
Una pista clara de que los síntomas están provocados por el polen es que se acentúan cuando te expones a él, es decir, en los meses de más polen y cuando estás en espacios donde hay plantas que pueden provocar alergias, en especial al aire libre. En espacios cerrados donde no hay polen los síntomas prácticamente desaparecen.
Otro aspecto a tener en cuenta es la fiebre. La alergia al polen no provoca fiebre. Si hay un aumento de temperatura corporal se deberá a otras causas.
Por último, otro indicio claro de que es alergia es que los síntomas de rinitis remiten con antihistamínicos.
Consejos para reducir los síntomas
- Ventila la casa a primera hora o a última de la tarde, ya que al mediodía (de 12 h a 16 h) la concentración de polen es mayor.
- Pasa el aspirador en lugar de barrer y limpia el polvo con bayetas húmedas para retirar el polen que entra fácilmente en casa.
- Duerme con las ventanas cerradas.
- No tiendas la ropa al aire libre para evitar que se adhiera a las prendas.
- Coloca filtros antipolen en el sistema de aire acondicionado y en las salidas de ventilación.
- Cuando llegues a casa dúchate y cámbiate de ropa para retirar el polen que traes de la calle.
- Evita pasear por parques o zonas arboladas en época de alergias.
- Ponte gafas de sol para proteger los ojos del polen y usa mascarilla si los síntomas son intensos, evitarás al entrada de polen por la boca y la nariz.
- Planifica tus salidas y consulta la web www.polenes.com de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) para conocer los niveles de polen en un lugar concreto. También existen aplicaciones para el móvil, como "Polen control", "AlertaPolen", "Alergo Alarm".
- Viaja con las ventanillas del coche cerradas.
Por qué se produce la alergia al polen
La alergia es una reacción exagerada del sistema inmunitario ante una sustancia que identifica como peligrosa, en este caso el polen cuando entra por la nariz, la boca o los ojos.
En condiciones normales, los linfocitos neutralizarían la sustancia sin más. En caso de alergia, la primera vez que te expones a ella fabrican anticuerpos llamados IgE (inmunoglobulina E) que quedan memorizados en el linfocito para que actúe cuando vuelva a detectar el alérgeno.
En los siguientes contactos, el alérgeno es interceptado enseguida y las células defensivas liberan histamina de forma exagerada para neutralizarla, lo que provoca los síntomas de rinitis.