El teletrabajo ha llegado para quedarse. Cada vez son más los españoles que llevan a cabo diferentes tareas laborales desde casa.
Un informe de una conocida consultora de Recursos Humanos lo demuestra: según los datos que han recabado, una de cada 14 personas trabaja desde casa, aunque sea de forma parcial.
Pero ¿cómo puede repercutir esto en nuestra salud? ¿Todo son ventajas o hay inconvenientes?
La respuesta depende, y mucho, tanto del entorno físico como de los hábitos que se sigan a la hora de afrontarlo, nos explica Diego Redolar, experto en psicobiología y profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.
la oficina en casa
Muchas veces se piensa que con un portátil y poca cosa más ya se puede trabajar desde casa. Y hacerlo sentados de cualquier manera, utilizando una mesa pequeña o ni eso y en un lugar con poca iluminación pone en riesgo nuestra salud musculoesquelética y visual, advierte Redolar.
- “Se necesita un espacio físico correcto, que reproduzca de la mejor manera posible las condiciones que se tendrían en una oficina”, nos cuenta. Y montar un pequeño despacho en una habitación que permita “desconectar” del resto de la casa ayuda a conseguirlo.
Disponer de un espacio físico aislado, además, puede ayudarnos a optimizar mejor el tiempo: tanto el que dedicamos a trabajar como a ocuparnos de la casa y la familia.
Precisamente hacer entender al resto de los miembros del hogar que el hecho de estar en casa no implica que tengas que estar poniendo lavadoras o cocinando para todos “a demanda” es muy importante para no sobrecargarte y reducir, así, el riesgo de acabar estresado.
Las tareas del hogar no tienen por qué recaer siempre en la persona que trabaja desde casa
No hay que sobreentender que hay tiempo para todo, y esto es algo que debe tener muy claro tanto la persona que trabaja desde casa como el resto de la familia.
- A veces es necesario llevar a cabo cierta labor pedagógica, porque “hacer ver que cuando estás haciendo teletrabajo no se puede asumir la carga de la casa es complicado, puede costar entenderlo”, opina el psicobiólogo.
El peligro de sentirse aislado
Es otro de los aspectos que el teletrabajo favorece, y en esto las nuevas tecnologías han influido mucho.
- “Ahora las reuniones pueden ser virtuales, una opción que a nivel de funcionalidad a veces es mejor que los encuentros presenciales. ¿Pero qué ocurre a nivel emocional?”, se pregunta Redolar.
- “Estamos perdiendo el contacto con los otros, y esto también hay que cuidarlo porque si no, a la larga, esto nos puede pasar factura”, subraya. Y suele hacerlo bajo la forma de trastornos del estado de ánimo y de la conducta alimentaria según varios estudios, nos advierte.
Podemos acabar comiendo cualquier cosa y sin horarios
Una buena manera de evitarlo es trabajando de manera presencial algunos días, si es posible.
- “Si de cinco días teletrabajas dos o tres, es probable que tu percepción de autonomía en el trabajo y de conciliación de vida sea positiva, y que la calidad de las relaciones profesionales no resulte perjudicada", opina Mar Sabadell-Bosch, profesora también de la UOC pero esta vez de los Estudios de Economía y Empresa.
Si esto no es viable, Diego Redolar aconseja algo tan sencillo como salir un momento a la calle, aunque sea para comprar el pan. “Pensando en la salud mental de la persona, es bueno obligarse a vestirse, a salir, estar en contacto con el entorno de fuera y luego volver a trabajar”.
- Disfrutar de una actividad, aunque sea uno o dos días a la semana, que fomente esta relación con los demás (por ejemplo apuntarse a un curso de cocina o ir a clases de baile) también es de gran ayuda para evitar el aislamiento social.
Lo bueno de trabajar desde casa
Pero trabajar a tu aire también tiene cosas buenas.
- Para el profesor de ciencias de la salud de la UOC, evitar desplazamientos innecesarios es una de las principales.
“Es algo que nos permite gestionar mejor nuestro tiempo y que también es bueno para el entorno en relación a la sostenibilidad”, subraya.
Con más tiempo disponible (en las grandes ciudades puede llegar a sumar horas) para dedicarlo a la familia o al ocio personal, es fácil llegar a la conclusión de que trabajar desde casa puede contribuir a reducir los niveles de estrés.
A esto hay que añadirle el hecho de que tener la oficina en el hogar, muchas veces, permite gestionar de forma más independiente la carga de trabajo. El “ya que estás aquí”, que muchas veces va sumando pequeñas tareas pero que llevan tiempo, no se produce.
- “Diversos estudios ponen de manifiesto que trabajar desde casa minimiza la percepción de carga de trabajo, y eso puede contribuir a reducir el estrés”, nos cuenta al respecto Redolar.
En definitiva, a la hora de plantearte teletrabajar es muy importante tener en cuenta que organizarse bien y planificar espacio, hábitos y horarios puede marcar la diferencia entre que tu labor fomente una buena salud o, al contrario, acabe perjudicándote.