Qué es el síndrome de la clase turista y a quién le puede pasar

Los viaje muy largos, y no solo en avión, aumentan el riesgo de formación de coágulos en las piernas. Es el llamado síndrome de la clase turista y hay que tomar ciertas medidas para evitarlo.

Actualizado a
sindrome clase turista

Chica en el aeropuerto

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El síndrome de la clase turista es algo muy serio porque, si nos atenemos a su defenición, se trata de una trombosis venosa profunda que se produce en las piernas. La causa no es otra que un viaje prolongado, normalmente en avión, pero puede ocurrir en otros medios de transporte.

Y es que la falta de movilidad y el espacio reducido de los asientos en los medios de transporte de larga distancia disparan el riesgo de formación de un coágulo en las venas de las piernas, que pueden desprenderse y llegar hasta el pulmón.

Puede producirse un coágulo en las piernas con riesgo a que desprenda y suba hasta el pulmón

  • Afortunadamente es un síndrome que solo afecta al 1% de la población, aunque hay factores como la obesidad que aumentan el riesgo. El Dr. José Antonio Páramo Fernández, presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), nos ha explicado al detalle por qué se produce este trastorno, qué personas tienen mayor predisposición y cómo puede prevenirse.

Por qué ocurre este síndrome

El Dr. Páramo asegura que la inmovilización durante un viaje largo en avión es la principal causa del síndrome de la clase turista, pero también hay otras:

  • La deshidratación que se produce durante este tipo de viajes aumenta el riesgo de coagulación de la sangre porque, lógicamente, disminuye su cantidad de agua.
  • El descenso de los niveles de oxígeno y de la presión atmosférica, propio también de los trayectos en avión como consecuencia de la altura, también activa la coagulación. Y la trombosis venosa profunda, como nos recuerda el doctor, no es más que la activación de la coagulación que acaba provocando la formación de un coágulo en las venas..

Qué síntomas provoca

Si la trombosis es muy evidente, nos cuenta el Dr. Páramo, la pierna se hincha, duele y se enrojece a causa del coágulo inmediatamente después del viaje. Y si este llega a desprenderse y viaja al pulmón aparece dificultad respiratoria y fatiga.

Si notas que la pierna está hinchada, duele y está enrojecida puede que haya trombosis

  • Pero lo más habitual es que, tal y como asegura el presidente de la SETH, no presente síntomas a la bajada del avión y al cabo de unos días aparezcan las señales de trombosis (dolor, enrojecimiento, inflamación y edema).

Por eso, si adviertes estos síntomas pasados unos días del viaje, incluso semanas, acude enseguida al médico. El Dr. Páramo afirma que es necesario realizar pruebas como la ecografía para confirmar el diagnóstico de trombosis. Una vez confirmado, se trata con anticoagulantes como la eparina.

Factores que aumentan el riesgo

A una persona sana la falta de movilidad, la deshidratación y el descenso del oxígeno que se producen en un viaje largo en avión seguramente no le provocan el síndrome de la clase turista. Por eso, como decíamos al principio, es un trastorno poco habitual.

Sin embargo, esa probabilidad aumenta en personas con factores de riesgo de trombosis. Y esos factores son:

  • La obesidad.
  • Haber sufrido una cirugía reciente.
  • La toma de anticonceptivos orales.

Los vuelos transoceánicos, de más de 8 horas multiplican el riesgo

  • Padecer alguna enfermedad cardiaca, neurológica o respiratoria.
  • Tener una predisposición genética a una mayor coagulabilidad de la sangre.
  • El tabaco y el alcohol también predisponen a sufrir trombosis.

cómo prevenir el síndrome de la clase turista

Una vez se ha producido el coágulo, no hay nada en tu mano que puedas hacer que no sea acudir al médico para recibir tratamiento. Lo que sí puedes hacer es evitarlo. Para ello, el Dr. Páramo recomienda en los viajes en avión:

  • Elegir asientos próximos al pasillo para poder mover las piernas con facilidad.
  • Realizar paseos en el avión siempre que se posible.
  • Evitar cruzar las piernas.

Mover las piernas e hidratarse bien, formas de evitar el riesgo de sufrir síndrome de la clase turista

  • Realizar ejercicios de contracción y relajación de la musculatura de las piernas y rotaciones de tobillos, que pueden hacerse incluso sentado.
  • Si haces escalas durante el viaje en avión no esperes el siguiente vuelo sentado: camina para activar la circulación.
  • Llevar ropa cómoda que no apriete.
  • Hidratarse bien. La deshidratación, como hemos dicho, activa la coagulación.
  • Usar medias de compresión elásticas, sobre todo si tienes factores de riesgo.

Si sufres alguna enfermedad que te predispone a sufrir trombosis y tienes que volar, se recomienda tomar fármacos de forma preventiva como la eparina. En pacientes de alto riesgo puede ser necesario administrar una inyección de eparina dos horas antes del vuelo. El médico debe ser quien valore y decida esta posibilidad.

Desmontando dos mitos

  • ¿Tomar aspirina va bien? El Dr. Páramo asegura que, aunque existe la creencia de que es útil en el síndrome de la clase turista, en realidad no ayuda a prevenir la formación de coágulos en las venas de la piernas porque actúa mediante mecanismos distintos.
  • ¿Ocurre solo si viajas en avión? Por supuesto que no. Es lo más habitual, pero el síndrome de la clase turista también puede ocurrir si viajas en tren o en coche durante horas y no se toman las medidas preventivas recomendadas de movilización de las piernas e hidratación.