Cómo funciona (y por qué la necesita) la mascarilla para dormir que tiene que usar Jorge Javier Vázquez

A Jorge Javier Vázquez le han diagnosticado apnea del sueño severa y deberá llevar una mascarilla o CPAP cuando duerme. La mascarilla detiene los ronquidos y las apneas, y las consecuencias negativas que se pueden derivar de este molesto problema.

Actualizado a
mascarilla jorje javier vazquez

Jorge Javier Vázquez con la mascarilla que usa por la noche para dormir. FOTO: LECTURAS

Doctor Eusebi Chiner
Dr. Eusebi Chiner

Neumólogo y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Jorge Javier Vázquez hace ya unas semanas que duerme con una máscara que le facilita oxígeno para respirar mejor por la noche. Anunció que le diagnosticaron apnea severa del sueño, un trastorno que interrumpe la respiración y que le obliga a llevar esta máquina otorgándelo este aspecto "tan poco favorecedor", como él mismo cuenta en su blog de la revista Lecturas.

En realidad se trata de una mascarilla para la apnea del sueño o CPAP (presión positiva continua en la vía aérea, siglas del inglés continuous positive airway pressure).

Qué es la apnea del sueño severa

Se estima que entre 5 y 7 millones de personas en España sufren apnea del sueño. Se trata de un trastorno respiratorio en el que la respiración se interrumpe durante el sueño y provoca fuertes ronquidos, especialmente en el hombre, que se intercalan con períodos de silencio (apneas) que pueden durar entre 10 segundos y un minuto.

En quienes tienen el síndrome de apnea-hipoapnea obstructiva del sueño (tal vez la sigla SAHS te resulte familiar), cada parada puede causar una disminución de oxígeno en sangre y pequeños despertares, quizá imperceptibles, pero que a la larga impiden dormir correctamente. Durante el día se tiene sueño porque, en realidad, hay una falta de descanso acumulado.

El efecto más inmediato de la apnea es la somnolencia y la fatiga diurna porque el sueño no ha sido reparador. A medio y largo plazo provoca cambios en la presión sanguínea y aumenta el riesgo de hipertensión. De hecho, las personas con apnea obstructiva del sueño grave tienen más riesgo de infarto, ictus, diabetes y muchas otras enfermedades crónicas.

¿qué hace la mascarilla o CPAP para la apnea del sueño?

La mascarilla para la apnea del sueño o CPAP (presión positiva continua en la vía aérea, sigla del inglés continuous positive airway pressure) no administra oxígeno, solo aire a presión, a no ser que exista otro problema respiratorio asociado y el neumólogo nos lo haya prescrito.

La CPAP detiene los ronquidos, las apneas y todo lo que se produce con estas, permitiendo el descanso y restaurando nuestras funciones. Aunque no administre oxígeno, sí que hace subir sus niveles en sangre, ya que compensa y normaliza las caídas que se producen durante las apneas.

¿En qué consiste la mascarilla para la apnea?

Es un pequeño aparato que se conecta a la corriente eléctrica. Mediante una mascarilla cómodamente sujeta a la cabeza, transmite el aire con una presión determinada a través de la nariz o a través de la nariz y la boca.

Este aire suave y a presión “empuja” de tal manera sobre la vía aérea que impide el cierre de la garganta (faringe) que se produce durante las apneas del sueño, y que provoca ronquidos y paradas repetidas en la respiración.

Básicamente, este aparato tiene tres partes:

  • El generador de flujo o presión. Es la máquina que se conecta a la corriente y que contiene el motor que genera el flujo de aire. La presión se ajusta en función de las recomendaciones del médico; lo más habitual es que esté entre 6 y 12 cm de H2O.
  • Un tubo que une el generador con la mascarilla. Es grueso y flexible, y está diseñado de manera que no pueda doblarse hasta el punto de comprometer el paso del aire.
  • La mascarilla. De material blando y adaptable, las hay de distintos tipos. Conviene elegirla en función de las necesidades del paciente y tiene que resultar cómoda y ajustarse correctamente.

¿Cómo se debe cuidar una CPAP?

Hay que emplazarla bien y cuidarla para que su duración sea óptima. Es fundamental:

  • Colocarla en un buen sitio. Debe estar sobre una superficie estable y suficientemente amplia. Nunca debe de hacerse funcionar en un espacio pequeño y cerrado como el cajón de la mesita de noche. No le conviene el calor, las altas temperaturas ni que le dé el sol directamente.
  • Manterla limpia. Conviene seguir las instrucciones del fabricante, pero, en general, la zona de la mascarilla en contacto con la cara debe limpiarse con un trapo humedecido a diario, y el filtro, la mascarilla, el arnés y la mentonera (si se tiene) una vez por semana con agua jabonosa. Hay que revisar los filtros y sustituirlos cuando sea necesario, así como el arnés o la almohadilla. Y evitar lejías y limpiadores abrasivos.
  • Respetar su forma original sin cambios. No debe modificarse y se recomienda desenchufarlo mientras no se esté usando.

Complicaciones del uso de la mascarilla

A veces puede ocurrir. Si son importantes, hay que consultarlas rápidamente con el especialista, pero la mayoría son transitorias y se acaban solucionando. Las más habituales son:

  • Sequedad o congestión nasal. Puede ser una reacción natural del cuerpo, al no estar acostumbrado a la mascarilla. Realizar un lavado nasal antes y después de usar el equipo puede ayudar, así como aumentar la humedad de la habitación.
  • Notar la boca o la garganta seca. A veces se abre la boca durante la noche o se respira directamente por ella. Consulta con el médico sobre cómo mejorar la respiración por la nariz. Quizá convenga ajustar mejor la banda del mentón.
  • Claustrofobia y sensación de ahogo. Suele suceder durante los primeros días, pero uno se acaba adaptando. Puede ser útil recurrir a la función “rampa” de la CPAP equipo, para disminuir un poco la presión en los primeros minutos.