Cómo afecta la contaminación del aire a nuestro cerebro

Cada vez más estudios relacionan la contaminación del aire con enfermedades neurodegenerativas, como el alzheimer, y problemas de aprendizaje y memoria. Por fortuna, está en nuestra mano tomar medidas para hacerle frente.

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Mujer caminando por ciudad

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Es un hecho ampliamente probado que la contaminación afecta a nuestra salud. Hay muchos estudios que relacionan la polución del aire sobre todo con problemas cardiorespiratorios.

Pero se están sumando nuevos estudios que ponen en evidencia que las micropartículas contaminantes también pueden afectar a nuestras neuronas.

¿CÓMO AFECTA LA POLUCIÓN AL CEREBRO?

Hay varios aspectos en los que se ha relacionado la contaminación con nuestra capacidad cognitiva.

  • Podría influir, al menos en parte, en la aparición y en la evolución de enfermedades neurodegenerativas, como el alzheimer, el parkinson, la esclerosis múltiple o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
  • Mayor riesgo de ictus. Las microparticulas contaminantes pueden ayudar a formar trombos que interfieran la circulación de la sangre al cerebro. Hasta el 30% de los ictus que se producen cada año en todo el mundo podrían ser atribuibles a los contaminantes.
  • Puede provocar una disminución de las capacidades intelectuales y la memoria.
  • Las concentraciones de diferentes contaminantes ambientales podrían actuar como un desencadenante de migraña en los personas con esta patología.

Hay un creciente número de estudios que relacionan contaminación y cerebro que han hecho saltar las alarmas, aunque aún se ha de estudiar con detalle”, apunta el doctor Pablo Eguia del Río, vocal de la Sociedad Española de Neurología.

UN ACELERADOR DE ENFERMEDADES

Cualquier enfermedad relacionada con el cerebro es mucho más difícil de estudiar que las relacionadas con otros órganos.

Por eso, no se pueden establecer orígenes categóricos. “No estamos diciendo que la contaminación provoque el alzheimer, por ejemplo, sino que en las ciudades con más contaminación se han detectado hasta el doble de casos que en lugares con mejor calidad del aire”, puntualiza el neurólogo.

Se detectan el doble de casos de alzheimer en ciudades con alta contaminación

  • Estos estudios lo que parecen evidenciar es que estas enfermedades neurodegenerativas se ven influenciadas por la contaminación.
  • No son el motivo único de su origen, pero puede ayudar a que aparezcan o acelerar su desarrollo.

Otro estudio realizado en Canadá concluyó que las personas que vivían a menos de 50 metros de una carretera tenían mas riesgo de desarrollar demencia.

Estas enfermedades son complejas y su origen es multifactorial con diversos factores de riesgo”, dice el doctor Eguia.

Por ejemplo en el alzheimer, se incluyen:

  • La predisposición genética: aumenta la frecuencia si se tiene un pariente en primer grado con la enfermedad, y más aún si son varios.
  • La edad: es más frecuente a partir de los 65 años.
  • Factores de riesgo ambientales, que parecen favorecer su desarrollo.

En este último grupo es donde se incluye a la contaminación ambiental entre otros.

niños con problemas de estudios

El rendimiento intelectual también parece verse afectado por una mala calidad del aire.

Esto es especialmente significativo con los niños y las personas mayores. “Los niños son más vulnerables puesto que su cerebro está en desarrollo”, remarca el neurólogo.

Los niños son más vulnerables por estar en desarrollo

Varios trabajos han podido constatar que la contaminación puede provocar una reducción en las habilidades intelectuales y en la memoria.

Uno de esos estudios, impulsado por la Universidad de Yale (Estados Unidos) y la Universidad Normal de Pekín (China), observó que después de tres años de alta exposición a contaminantes, las personas que participaron en la investigación tenían un rendimiento cognitivo similar al que supone perder un año de escolaridad.

LAS PARTÍCULAS MÁS DAÑINAS

Casi todos los estudios se centran en las partículas PM 2.5, que son las consideradas más dañinas para la salud.

El motivo es que son las partículas más pequeñas. Tienen 2,5 micras o menos. Un grano de arena, por ejemplo, tiene 70 micras.

  • Con ese tamaño penetran más fácilmente en nuestro sistema respiratorio y a través de él en el sistema sanguíneo y llegan a todo el cuerpo, incluido el cerebro.

También se ha comprobado que las micropartículas pueden llegar al cerebro directamente desde la nariz a través del nervio olfatorio”, apunta el doctor Eguia.

Estas partículas se producen mayoritariamente con la combustión en los motores de vehículos y la industria.

CÓMO AFECTAN LAS NANOPARTÍCULAS

El mecanismo mediante el cual las pequeñas partículas de polución afectan al cerebro es un misterio por resolver”, admite el neurólgo Eguia.

En estudios realizados en animales se ha podido comprobar como estas partículas llegan hasta el interior del cerebro.

El mecanismo cómo afectan a las neuronas es aún un misterio

Una vez allí, provocan la activación de la microglia, que son las células encargadas de la respuesta inmune a nivel cerebral. Estas células se encargan de vigilar e inspeccionar constantemente el sistema nervioso central, limpiando los deshechos y siendo muy sensibles a los cambios en su entorno.

La presencia de estas partículas ajenas al organismo activaría a la microglia, provocando una respuesta de neuroinflamación crónica y estrés oxidativo.

¿QUÉ PUEDES HACER PARA PROTEGERTE?

Obviamente no está en nuestra mano cambiar la calidad del aire de nuestras ciudades. Aunque sí podemos poner nuestro grano de arena, que también nos beneficiará.

  • No olvidemos que hacer ejercicio físico y mantener una dieta saludable se ha comprobado que son benefician nuestra salud cerebral”, recuerda el doctor.

Dejar el coche y hacer ejercicio beneficia el aire a nuestra salud cerebral

  • Dejar de lado el coche e ir en bicicleta o andando, o hacer el recorrido en transporte público y andar a buen ritmo la última parte nos beneficiará a nosotros y a nuestra ciudad.
  • Intenta salir al campo o al mar siempre que puedas. La brisa marina es mucho más pura y hay especialistas que destacan la importancia de que sobre todo los pequeños que viven en ciudades vean vegetación para su equilibro emocional.