Asumimos que con los años es normal que perdamos memoria porque el cerebro, como el resto de órganos, envejece, pero está demostrado que determinados hábitos actúan como escudo de esa reserva de neuronas que protegen nuestra memoria y otras capacidades cognitivas. Una dieta saludable rica en alimentos con omega 3 que evitan la inflamación del cerebro, hacer ejercicio de forma regular, dormir bien, mantener las relaciones sociales y aprender cosas nuevas constituyen, en líneas generales, las bases del plan básico que hay que poner en práctica para conservar la memoria conforme pasan los años.
Pero cuando se habla de hábitos que protegen la memoria, apenas se menciona uno en concreto que sabemos que es vital para la salud: beber agua a lo largo del día.
Falta de hidratación y memoria
Beber agua es un hábito nutricional que a menudo pasa desapercibido, a pesar de ser el componente más abundante en nuestro cuerpo y esencial para su correcto funcionamiento. Continuamente nos recuerdan la importancia de la hidratación, pero rara vez se ha explorado su relación con aspectos de la salud como la función cognitiva y la memoria.
Un equipo de investigadores liderado por la Universidad Rovira i Virgili (URV) y el CIBERobn ha arrojado luz sobre el asunto al evaluar cómo el consumo de agua y el nivel de hidratación afectan a nuestras habilidades cognitivas.
Para ello, examinaron a casi 2.000 adultos mayores con sobrepeso u obesidad y síndrome metabólico, que formaban parte del estudio PREDIMED-Plus. A lo largo de dos años, siguieron de cerca la evolución de su salud cognitiva mediante una serie de pruebas neuropsicológicas y una evaluación general de su estado mental.
Los resultados revelaron que las personas mayores con síndrome metabólico y sobrepeso u obesidad que estaban mal hidratadas experimentaban un deterioro cognitivo más pronunciado con el tiempo en comparación con aquellos que estaban bien hidratados.
Por qué es importante beber agua para el cerebro
Beber suficiente agua es crucial para que el cerebro funcione correctamente:
- Suministro de oxígeno y nutrientes: El cerebro necesita un suministro constante de oxígeno y nutrientes para funcionar correctamente. El agua es esencial para transportar estos elementos vitales a las células cerebrales. Cuando estás deshidratado, la sangre se espesa, lo que dificulta la circulación y la llegada de oxígeno y nutrientes al cerebro. Esto puede provocar una disminución en la concentración y la agudeza mental.
- Regulación de la temperatura: El cerebro es sensible a los cambios de temperatura. Cuando te deshidratas, tu cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura, lo que puede provocar un aumento de la temperatura corporal. Un cerebro sobrecalentado puede funcionar de forma más lenta, lo que se traduce en una menor capacidad para concentrarte y tomar decisiones.
- Función cognitiva y memoria: La deshidratación puede afectar negativamente a la función cognitiva y la memoria a corto plazo. La falta de agua puede causar fatiga, confusión y dificultad para concentrarse en tareas mentales. Además, puede hacer que sea más difícil recordar información y realizar tareas que requieran un pensamiento claro.
- Cambios en el estado de ánimo: La deshidratación también puede influir en el estado de ánimo. Puede aumentar la irritabilidad y hacer que te sientas más ansioso o deprimido. Esto puede dificultar la gestión del estrés y la toma de decisiones efectivas.
cómo saber si necesitas beber agua
El agua representa representa el 60% de nuestro peso y es vital para realizar todas sus funciones. El problema es que el organismo no almacena agua, por lo que hay que suministrarla constantemente para evitar la deshidratación.
Según la Guía de Hidratación del Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS), perdemos alrededor de 2 litros de agua todos los días sin darnos cuenta. Esto sucede cuando sudamos, respiramos, vamos al baño...
¿Cómo saber si necesitas más agua? El cuerpo te da pistas: si tienes la boca seca, te sientes débil, tienes dolor de cabeza, tu piel está reseca, te cuesta concentrarte o te sientes cansado probablemente necesitas beber más agua.
El color de la orina también revela si estás bien hidratado. Cuanto más clara sea, mejor hidratado estarás.
En cuanto a la cantidad, los expertos del IIAS sugieren beber unos 8-10 vasos al día, lo que equivale a beber un vaso cada dos horas. Y no esperes a tener sed, porque cuando tienes sed ya estás algo deshidratado.
Consejos para mantenerte hidratado:
- Bebe uno o dos vasos de agua despacio cuando te levantes para reponer lo que perdiste durante la noche.
- Lleva contigo una botella de agua cuando salgas de casa y toma sorbos cada dos horas.
- Come alimentos saludables, como frutas y verduras, que tienen mucho contenido de agua.
- Acompaña tus comidas con agua para facilitar la digestión.
- Si haces ejercicio o estás al sol, bebe aún más agua.
- Antes de dormir, toma un vaso de agua lentamente para ayudar a tus riñones a eliminar toxinas.
- No esperes a tener sed, mantén una botella de agua siempre a mano.