Comer pescado es bueno y muy recomendable por lo que supone como fuente de proteínas saludables. La mayoría tiene menos grasa que la carne. Y los beneficios de comer pescado son múltiples.
Lo que pasa es que la globalización ha puesto de moda en todo el ámbito occidental los menús asiáticos. Hay una mayor consumo de pescado, mayor presencia de platos de pescado crudo, como el sashimi, y un aumento significativo del consumo de algunas especies, en especial el salmón y el atún.
Estos cambios de comportamiento nutricional han alertado a un grupo de investigadores de Estados Unidos, que hay querido saber si tenían algún efecto en la salud de la piel.
Aumenta la aparición de melanomas
Científicos de la Universidad de Brown (Nueva Inglaterra) han comparado a un grupo de población que consumía una media de 42 gramos de pescado al día (unas tres veces por semana) con otros que solo comían esporádicamente: equivalente a 3 gramos diarios.
Los autores del estudio creen que el posible aumento del riesgo está en los tóxicos que acumula el pescado
- El estudio constató que entre los que comían pescado tenían un 28% más de riesgo de desarrollar células tumorales en la piel.
- En el caso de melanoma, el tipo de cáncer de piel menos común pero más agresivo, este riesgo era un 22% mayor.
¿Qué significa eso? Hay que tomar el estudio, que publica la revista médica Cancer Causes & Control, con precaución. El estudio se ha hecho con un amplio grupo de participantes, casi 500.000. Los resultados no han sido iguales y dependía del tipo de pescado y preparación.
“El consumo de pescado en Europa y Estados Unidos ha crecido en estas décadas y todos los estudios previos han sido inconsistentes. Nuestro hallazgo requiere más investigación”, ha admitido la dermatóloga Eunyoung Cho, que firma el artículo.
La investigación vio que era el consumo de pescado crudo y de atún, en todas sus variantes, los que coincidían con un mayor número de casos de tumores de piel malignos. No se vio una especial relación cuando los participantes del estudio tomaban el pescado frito.
La culpa puede estar en los tóxicos
“Creemos que el motivo de estos tumores puede estar en los contaminantes que aparecen en el pescado; en concreto, niveles altos de mercurio, arsénico, dioxinas y bifenilos policlorados (PCB)”, opina la doctora Cho.
Otras investigaciones habían visto una posible relación de estos contaminantes con el cáncer de piel, por lo que es una teoría factible. Lo que pasa es que este estudio no ha mirado las concentraciones de tóxicos en el pescado que se tomaba y no puede asegurarlo.
También advierten que sus datos son estadísticos, a partir de la información que daban los participantes. No han confirmado la relación científicamente. Además, factores de riesgo de melanoma como haber sufrido quemaduras previas o el color de pelo no se han valorado.
Sí se ha tenido en cuenta la zona de Estados Unidos donde vivían los voluntarios, y el tipo de piel, dado que en el país hay blancos, negros e hispanos, con riesgos diferentes.
No todo el sushi es igual de sano
Como el consumo de pescado es una de las recomendaciones de los nutricionistas, los investigadores dejan claro que su estudio no puede tomarse como una recomendación para hacer cambios en el consumo de pescado, y mucho menos para dejar de tomarlo.
Los investigadores no consideran que su estudio permita dar recomendaciones concretas sobre el consumo de pescado
Sí nos sirve de advertencia para que hagamos lo que la lógica nos indica, que es variar en el consumo de pescados y no limitarnos a prepararlo de una sola manera.
No nos quedemos solo con algunas recetas, con fama de especialmente saludables, y que puede llevarnos a cometer errores dietéticos. Es evidente en el caso del sushi y makis. Son rollitos de arroz hervido con pescado y algas. En teoría, ideal.
- No obstante, hay que saber que a este plato se le añade salsas con azúcar, que le dan la textura pegajosa. Seis piezas de shushi incluyen 12 gramos de azúcar, equivalente a tres terrones.
- También hay veces que se añaden aguacates, queso en crema, cebolla caramelizada y otros ingredientes no tan dietéticos.
- La soja con la que lo acompañamos tiene mucha sal.
- Son piezas pequeñas que se comen fácilmente y que pueden despistarnos sobre la cantidad exacta que comemos.
Por tanto hay que vigilar bien las cantidades y no hay que abusar tampoco de su consumo.