¿Gominola o caramelo? Analizamos las golosinas de Halloween una a una

La celebración de Halloween nos trae cada año una bolsa llena de chuches y dulces, algunas especialmente dañinas para los dientes. Un dentista nos alerta de con cuáles hemos de tener más cuidado y dosificárselas a nuestros hijos si no queremos tener disgustos.

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El azúcar de las golosinas "alimenta" a las bacterias del interior de la boca.

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Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

La batalla entre la festividad de Todos los Santos y Halloween parece definitivamente perdida al menos por lo que hace referencia a los más pequeños. Las fiestas de disfraces y las salidas a la búsqueda de chuches y otras golosinas se ha instalado en nuestra sociedad.

Este trasiego de productos dulces entre los pequeños, que muchas veces acumulan más de los que se consideraría razonable, puede resultar una verdadera historia de terror para su salud dental.

en esta época hay más caries

La festividad de Halloween abre una época que se extiende hasta Navidad en que desgraciadamente las golosinas dejan de ser una excepción, sino que se convierten en la norma. Esto se debe a que no solo van a consumir la noche de Halloween. Seguramente los pequeños habrán acumulado chuches para varios días.

Si los padres intentan frenar los dolores de barriga, serán los primeros que dosificarán la ingesta de chuches. Pero no los harán desaparecer. Y esto no se queda aquí. Unos días más tarde se abre el calendario de adviento, un divertimento que supone cada día abrir una pestaña que esconde chuches o chocolatinas dentro. Y eso nos lleva hasta Navidad, otra época de comer dulces y turrones a diario.

Más del 50% de las caries infantiles se producen en Navidad debido al exceso de azúcar y una inadecuada higiene bucal”, señala el odontólogo Iván Malagón.

No es cuestión de prohibir los dulces, sino de hacer que sean ocasionales y frenar este consumo diario. “Lo que causa caries es la frecuencia del consumo, no la cantidad de azúcar ingerida en un solo momento”, apunta este experto.

Cómo afectan las chuches a los dientes

La caries no está directamente en el azúcar de los chuches. La caries la provocan bacterias que ya tenemos en nuestra boca. Entonces, ¿por qué nos dicen que el azúcar provoca caries? Lo explicamos.

Las bacterias de la boca son las primeras en celebrar la fiesta de Halloween. El azúcar es uno de los principales alimentos de estas bacterias. Cuando llenamos la boca de azúcar lo que hacemos es crear el ambiente óptimo para que las bacterias se multipliquen y crezcan de manera desproporcionada.

Las bacterias al consumir el azúcar la transforman en ácidos, quedañan el esmalte dental, generando caries y, si no se trata, incluso provocan la pérdida del diente.

Es preferible el consumo de chocolate a los caramelos, porque estos últimos hacen que los dientes retengan más azúcar

Además, las chucherías contienen componentes que debilitan el diente y favorecen la formación de placa dental, lo que es perjudicial para la salud bucal”, añade el odontólogo.

¿Cuáles son las peores golosinas para los dientes?

Es mejor no abusar ni de chocolate, ni de caramelos, pero si se ingiere, es preferible el consumo de chocolate a los caramelos, porque estos últimos hacen que los dientes retengan el azúcar durante mucho más tiempo.

Es más aconsejable comer golosinas o chucherías que se consuman con rapidez y que no contengan potenciadores (como el ácido cítrico), ya que esto ayuda a la erosión de los dientes, aunque lo ideal es evitar su consumo total”, subraya el doctor Malagón.

También hay que tener muy presente quién come los chuches. Hay diferencias entre niños y también de adultos. Podemos tener diferente calidad y resistencia del esmalte. El tipo de saliva también influye y la acidez de la boca de cada uno. Todo puede influir en una mayor o menor proliferación de bacterias.

¿Cómo perjudica cada golosina?

No hay chuche bueno para los dientes si exceptuamos el chicle sin azúcar. De todas formas, el doctor Malagón nos ha hecho una selección del daño de cada chuche para que limites riesgos.

  • Caramelos duros: pueden dañar los dientes y empastes, así como los trabajos de ortodoncia previamente realizados.
  • Caramelos ácidos: provocan un desgaste prematuro del esmalte dental, lo que facilita que se peguen las bacterias nocivas.
  • Chuches pegajosas: estos dulces blandos pueden causar inflamación de encías, especialmente en niños con aparatos de ortodoncia.
  • Golosinas de chupar: chupar chuches puede provocar movimientos de mandíbula que afectan el posicionamiento de los dientes.
  • Bebidas dulces: los zumos de frutas y las refrescos con gas, ricos en ácido, desgastan el esmalte dental y aumentan la sensibilidad dental.
  • Turrón de chocolate: es demasiado rico en azúcar, un enemigo para los dientes. En todo caso, intentar que sea chocolate negro, con un 70% de cacao.
  • Turrón duro: es una opción más saludable, porque está compuesto básicamente por almendra.
  • Chicles: a pesar de algunas ventajas, en exceso puede dañar la mandíbula y no es recomendable para quienes usan ortodoncia.

Consejos para reducir el daño dental

Lo que es más importante es la higiene dental. El doctor Malagón aconseja usar:

  • Un cepillo de dureza media con movimientos suaves, y con un cabezal pequeño para acceder a todas las áreas de la boca.
  • Una cantidad de pasta del tamaño de un guisante, y después no enjuagar en exceso para que la pasta cumpla su función.
  • El cepillado debe durar al menos 2 minutos y realizarse al menos dos veces al día.
  • Usar seda dental y cambiar el cepillo cada 3 meses.

Si no es posible cepillarse los dientes después de comer chucherías, masticar chicle sin azúcar con xilitol puede ayudar a neutralizar la acidez y proteger los dientes. Sin embargo, el chicle nunca debe reemplazar el cepillado dental.