Hay organismos que tienen la capacidad de reparar o desintoxicar el ADN, lo que podría ofrecer una nueva forma de evaluar el riesgo de cáncer de pulmón.
El tabaco es el principal factor de riesgo de cáncer de pulmón y el 90% de los nuevos casos se detectan en personas fumadoras, según el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP).
Pero también es cierto que muchos fumadores no desarrollan nunca cáncer de pulmón. ¿Por qué, a pesar de fumar, no llegan a sufrir este tipo de tumor tan prevalente?
Un estudio del Colegio de Medicina Albert Einstein y publicado en Nature Genetics ha encontrado la respuesta: algunos fumadores tendría robustos mecanismos de protección que evitarían las mutaciones en el ADN de las células pulmonares que dan origen a este cáncer.
Los hallazgos podrían ayudar a identificar a los fumadores que tiene más riesgo de desarrollar cáncer y llevar un seguimiento más estrecho. Uno de los principales problemas del cáncer de pulmón es que se detecta en estadios avanzados.
El cáncer de pulmón es el más mortal en España y supone el 19,4% de todas las muertes por cáncer en España.
carcinógenos en el tabaco
Según la American Cancer Society, el humo del tabaco contiene miles de sustancias químicas, incluyendo al menos 70 que se sabe que causan cáncer.
Entre las sustancias carcinógenas se incluyen los alquitranes (para asfaltar carreteras), arsénico (veneno), formaldehído (conservante), polonio 210 (radioactivo) o cadmio y níquel (componentes de baterías).
Estos carcinógenos del tabaco pueden favorecer la formación de tumores en distintas localizaciones: pulmón, laringe, cavidad oral, vejiga, esófago, estómago, páncreas, colorrectal, riñón...
estudiar los cambios en las células pulmonares
Durante mucho tiempo se ha supuesto que fumar provoca cáncer de pulmón porque provoca mutaciones en el ADN de las células del pulmón sanas.
"Pero eso nunca se pudo probar hasta nuestro estudio, ya que no había forma de cuantificar con precisión las mutaciones en las células normales", señala el Dr. Jan Vijg, coautor principal del estudio.
El Dr. Vijg superó ese obstáculo hace unos años al desarrollar un método para secuenciar los genomas completos de células individuales.
Ahora, los investigadores del Colegio de Medicina Albert Einstein han utilizado este método para comparar las mutaciones de las células epiteliales pulmonares normales (es decir, las células que recubren el pulmón) de dos tipos de personas:
- 14 que nunca habían fumado, de 11 a 86 años; y 19 fumadores, de 44 a 81 años, que habían fumado un máximo de 116 paquetes al año.
Las células epiteliales pulmonares se recolectaron mediante una broncoscopia. "Estas células pulmonares sobreviven durante años, incluso décadas, y por lo tanto pueden acumular mutaciones tanto con la edad como por el tabaquismo. De todos los tipos de células del pulmón, estas se encuentran entre las más propensas a volverse cancerosas", señala el Dr. Simon Spivack, coautor principal del estudio.
Mutaciones causadas por el tabaco
Al analizar los resultados, los investigadores descubrieron que las mutaciones se acumularon en las células pulmonares de los no fumadores a medida que envejecían, y que se encontraron significativamente más mutaciones en las células pulmonares de los fumadores.
"Esto confirma experimentalmente que fumar aumenta el riesgo de cáncer de pulmón al aumentar la frecuencia de mutaciones, como se planteó anteriormente", afirma el Dr. Spivack.
"Es probable que esta sea una de las razones por las que tan pocos no fumadores contraen cáncer de pulmón, mientras que entre el 10% y el 20% de los fumadores de toda la vida lo sufren", aclara.
Se observó también que la cantidad de mutaciones detectadas en las células pulmonares era directamente proporcional a la cantidad de paquetes de tabaco fumados al año y, supuestamente, esto también aumentó el riesgo de cáncer de pulmón.
Pero, curiosamente, el aumento de las mutaciones celulares en el pulmón se detuvo tras 23 años de exposición al tabaco.
"Vimos que los fumadores más empedernidos no tenían la mayor carga de mutaciones. Por tanto, nuestros datos sugieren que estas personas pueden haber sobrevivido durante tanto tiempo a pesar de su tabaquismo porque lograron suprimir una mayor acumulación de mutaciones", explica el Dr. Spivack.
¿Por qué? Probablemente, aclara el investigador, porque "estas personas tienen sistemas muy competentes para reparar el daño del ADN o desintoxicar el humo del cigarrillo".
Seguimiento estrecho de los grupos de riesgo
El siguiente objetivo de los investigadores es "medir la capacidad de una persona para reparar o desintoxicar el ADN, lo que podría ofrecer una nueva forma de evaluar el riesgo de cáncer de pulmón", aclaran.
"Esto puede ser un paso importante hacia la prevención y la detección temprana del riesgo de cáncer de pulmón y alejarse de los esfuerzos hercúleos actuales necesarios para combatir la enfermedad en etapa tardía", subraya el Dr. Simon Spivack.
Lamentablemente, muchos casos de cáncer de pulmón suelen detectarse todavía en estadios avanzados de la enfermedad.
Realizar tomografías de forma rutinaria a pacientes con riesgo de cáncer de pulmón permitiría detectar el 50% de estos tumores en fases iniciales y reduciría en un 26% las muertes, pero actualmente no hay programas de cribado de cáncer de pulmón como existe en el cáncer de mama o de colon.
La tomografía, señalan desde el Instituto Nacional del Cáncer, se aconseja como examen de detección para personas que tienen un riesgo alto de cáncer de pulmón por la edad y por antecedentes de tabaquismo.
Hallazgos como el del Colegio de Medicina Albert Einstein abren la puerta a desarrollar pruebas que permitan detectar, incluso entre los fumadores, las personas que tienen más riesgo de sufrir mutaciones en el ADN de las células pulmonares y desarrollar cáncer de pulmón.