Testimonio: "Una paciente empatiza más que una amiga"

Hace poco superó un cáncer de mama y durante este duro proceso descubrió que tener el apoyo de una mujer que lo ha pasado es una "inyección de energía". Ahora Begoña se ha convertido en coach y acompaña a otras mujeres que están sufriendo la enfermedad.

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Testimonio enferma-paciente

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Begoña Nantes tiene 42 años y hace casi dos años que le detectaron un cáncer de mama, en concreto un HER 2. Ha superado la enfermedad y su caso pasa a engrosar la maravillosa estadística de ese casi 90% de mujeres españolas que se curan gracias a la detección precoz y a los avances en el tratamiento.

  • Su caso es un ejemplo de positividad, fuerza y superación. Pero también de generosidad. Y es que, por experiencia propia, descubrió que compartir las diferentes etapas de la enfermedad con otra mujer que ha pasado por lo mismo es una grandísima ayuda que reduce el nivel de ansiedad, aumenta la confianza y ayuda a controlar mejor los síntomas.

Casi el 90% de las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama se curan

Tanto es así que no dudó en ofrecerse al personal del IOB Institute of Oncology de Barcelona, donde se ha tratado, para ayudar con su experiencia a otras enfermas.

  • El ofrecimiento de Begoña y de otras mujeres en su misma situación fue el inicio del Programa TWIN, creado por la Unidad de Enfermería Clínica del IOB para que las pacientes recién diagnosticadas de cáncer de mama estén acompañadas por otras que ya han pasado la enfermedad.

De hecho, este programa pretende demostrar científicamente los efectos positivos de ese acompañamiento y verificar si su inclusión mejora la calidad de vida y la tolerancia al tratamiento.

testimonio de cáncer de mama

"En enero de 2018, en plenas fiestas navideñas, me detectaron un bulto en el pecho y resultó ser maligno. Para mí el cáncer no es una palabra extraña. Mi padre ya tuvo cáncer de estómago y mi madre de colon y de pulmón. Son dos supervivientes y los tengo a mi lado. Aun así, no es nada fácil encajar un diagnóstico de estas características".

  • "En ese momento, lo que necesitas es que te escuchen. Piensa que de golpe, en una sala fría de consulta, te están diciendo que tienes cáncer de mama y debes tratarte, y que eso implica que te vas a quedar calva, tus mucosas se van a resecar, tu cabeza no va a ser la de antes, tu vida sexual se va resentir... La pregunta que te viene a la mente es '¿qué me estás contando?'".

Al principio lo más importante es que te escuchen

"Ante esa noticia, las reacciones pueden ser muy diversas:

  • Hay quién se desespera.
  • Otras lo niegan porque se encuentran bien, no creen que estén enfermas y solo piensan en que el médico se ha equivocado y buscan una segunda opinión.
  • También hay quien lo acepta con más tranquilidad porque conoce casos cercanos y saben que es una etapa de su vida y lo superarán".
  • Por experiencia, lo mejor es pensar esto último: no eres la primera persona ni la última que pasa por esto, no se acaba el mundo y de todo se sale".

El cáncer no es más que una etapa más en tu vida

"Sea como sea, lo importante es que cada persona exprese cómo se siente y pase su proceso. Además, muchas veces no es lo que le puedas decir a una enferma de cáncer de mama, sino que te vean y piensen "¡hay un después porque esta chica está bien!". Por más que el médico o las enfermeras te lo digan, no es lo mismo que ver a una enferma curada".

CÓMO SE VIVE EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER

Pasado el primer impacto del diagnóstico, Begoña cuenta que a lo largo del tratamiento se pasa por momentos difíciles que te afectan mucho emocionalmente.

  • "Después de un año y medio en el que me he sometido a quimioterapia, cirugía, radioterapia e inmunoterapia acabé finalmente en mayo de este año y ya estoy bien. Pero tengo que reconocer que esta enfermedad te cambia mucho la vida mientras te tratas. Y ahí es donde una mujer que ya ha pasado la enfermedad puede acompañarte como si fuera una amiga. Si no has pasado por esto, por más amiga que seas no sabes qué decir".

La empatía entre una mujer curada y una enferma es total

"Una de las cosas que más afectan al ánimo es mirarte al espejo y no reconocerte a ti misma. Que se te caiga el pelo es muy duro, por eso si alguien te aconseja dónde comprar una peluca, o te descubre una tienda dónde hay pañuelos muy bonitos es de agradecer. Y, como decía, ver a alguien a tu lado que también se quedó calva y que ahora tiene mechas y pelazo reconforta", afirma Begoña.

"Tu vida sexual también cambia, eso crea inseguridades y a veces te da vergüenza consultarlo con tu médico".

  • Lógicamente, asegura Begoña, durante el tratamiento una coach no puede sustituir en ningún momento las indicaciones del oncólogo si hay síntomas médicos, aunque sea solo fiebre.

la ayuda de escuchar a otra paciente

Begoña explica que decidió ayudar a otras enfermas y convertirse en coach porque a ella la ayudaron mucho otras personas sin proponérselo. "Han sido mis angelitos", asegura sonriente.

Recuerda varias anécdotas, pero seguramente la más emotiva fue cuando estaba a punto de operarse:

  • "Acababa de salir de la visita con el cirujano plástico cuando la secretaria del centro, una chica de mi edad, me dijo, sin yo preguntarle nada, que todo iría muy bien porque ella había pasado por la misma operación de extirpación del tumor y reconstrucción inmediata de la mama. Entonces me espetó '¿quieres que te enseñe el pecho?' Me quedé alucinada y no supe que decir. Ella insistió: 'es solo un pecho, te lo voy a enseñar para que veas lo bien que vas a quedar'. Fuimos a una salita y ¡me enseñó su pecho que había quedado genial! Fue un auténtico chute de energía".

Begoña asegura que el gesto de aquella mujer, y otros que le regalaron los ángeles con los que se encontró a lo largo del tratamiento, le hizo tanto bien que, una vez curada, supo que ella también debía hacerlo con otras mujeres. "Esta enfermedad te recoloca muchas cosas", dice convencida.