Cómo aliviar y prevenir el dolor de ciática

Un dolor que empieza detrás del gluteo y te baja hasta la rodilla. Si alguna vez te has tenido ciática sabrás que es uno de los dolores más incapacitantes. Hay posturas, hábitos y ejercicios que te pueden aliviar.

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dolor ciatica

Mujer caminaando por la playa

Dr. Juan Antonio Aguilera
Dr. Juan Antonio Aguilera

Jefe de la unidad de columna de las clínicas MC Mutual

En nuestra sociedad actual los dolores de la parte baja de la espalda se han convertido en uno de los problemas médicos más comunes.

En concreto, hasta un 80% de la población ha sufrido o sufrirá alguna vez algún tipo de dolor lumbar a lo largo de su vida. Y la ciática es, después del lumbago, uno de los más comunes.

Por qué se produce

Aunque hablemos de él como un tipo de dolor lumbar, lo cierto es que generalmente el dolor de la pierna que provoca la ciática es notablemente más grave que el de la parte inferior de la espalda.

Eso ocurre por una serie de afecciones que comprimen las raíces nerviosas del nervio ciático, un nervio que comienza en la columna vertebral y se extiende hacia las piernas y los pies.

  • De hecho, es el más largo y ancho de todo el cuerpo (en algunos puntos de su recorrido llega a medir hasta 1,5 cm de grosor). Su gran tamaño es lo que lo hace particularmente vulnerable a sufrir compresión en algún punto de su trayectoria, lo cual desencadena lo que se conoce como un ataque de ciática.

Qué puede causar la ciática

En el 90% de los casos la ciática está causada por una hernia discal con compresión de la raíz nerviosa. Otras causas pueden ser la estenosis, o estrechamiento del canal vertebral, o de los agujeros por donde salen los nervios raquídeos de la columna vertebral por un proceso degenerativo.

En el 90% de los casos la ciática está causada por una hernia discal

Los hábitos de vida son importantes. El hecho de pasar muchas horas sentadas y la falta de ejercicio va debilitando la musculatura lumbar y abdominal, con lo que aumenta el riesgo de sufrirla con los años.

¿Cuáles son sus síntomas?

A diferencia del lumbago, no está causada por un esfuerzo puntual o una lesión aislada. Surge cuando el nervio sufre una inflamación o compresión en algún punto de su recorrido y puede aparecer de forma brusca o gradual.

Es un dolor que baja por detrás del muslo y puede llegar hasta el pie

De hecho, según la reumatóloga Montserrat Romera-Baures, Reumatóloga del Hospital de Bellvitge de Barcelona “el dolor ciático puede variar ampliamente, y en algunos casos es tan intenso que dificulta la movilidad”.

Las siguientes características te pueden ayudar a distinguir un ataque agudo de ciática de un dolor de lumbago y otros problemas de espalda:

  • Es un dolor punzante que puede aparecer de forma brusca o gradual.
  • Desciende por la parte posterior o lateral del muslo hasta la parte inferior de la pierna y el pie.
  • Puede ir acompañado de una sensación de quemazón, hormigueo, adormecimiento o debilidad.
  • En algunos casos, el dolor es tan intenso que dificulta la movilidad, aunque puede variar.
  • El dolor empeora al inclinarte, toser, estornudar o sentarte.

¿Cómo controlar el dolor?

El dolor de ciática puede dificultar tus actividades diarias e incluso afectar a la calidad de tu sueño. Con estas 5 recomendaciones podrás aliviarlo y también prevenirlo:

1. El reposo no es la solución

Tras sufrir un ataque, conviene que reduzcas la actividad durante los dos primeros días. Pero luego debes ir reiniciándola lentamente, sin hacer grandes esfuerzos. Los movimientos suaves, lejos de agravar la situación, te ayudarán a recuperarte antes.

2. El ejercicio, tu gran aliado

Caminar un mínimo de tres horas semanales y desarrollar una buena musculatura lumbar es una de las mejores maneras de prevenir la ciática.

Disciplinas como el Taichi, Pilates, yoga o cualquier ejercicio que trabaje el equilibrio son muy adecuados, ya que parten de la base de que la zona baja de la espalda y el abdomen son el centro de gravedad del cuerpo. En estas actividades, los movimientos se realizan contrayendo estos puntos, de forma que se refuerza mucho el área lumbar, a la vez que se trabaja la respiración abdominal.

3. Duerme bien

Procura dormir entre 7-8 horas cada día y mejor si el colchón es flexible pero un poco rígido.

La postura recomendada para que tu espalda no sufra en la cama es la posición fetal: acostada sobre un lado de tu cuerpo y con las rodillas y los brazos flexionados. Si te es más cómodo puedes colocar un cojín entre tus rodillas.

4. Mejora tu higiene postural

Evita agacharte doblando la espalda, es preferible que flexiones las rodillas manteniendo la espalda recta.

Procura no cargar grandes pesos para no castigar tu espalda. Y siéntate siempre con las lumbares bien apoyadas en el respaldo de la silla y lo suficientemente cerca de la mesa como para no tener que inclinarte sobre ella.

5. Frío y calor para aliviar el dolor

En un primer momento, cuando aparece el ataque de ciática, lo más recomendable para aliviar el dolor es aplicar hielo para reducir la inflamación, especialmente si la causa es de origen nervioso. Puedes utilizar una bolsa de gel especial para este fin o una bolsa de guisantes congelados envuelta en un trapo.

Los dos primeros días se aconseja reposo, pero luego conviene empezar a moverse

Posteriormente, te puedes aplicar calor seco sobre la parte afectada, por ejemplo con una esterilla eléctrica.

Realizar un suave masaje sobre la zona favorece la relajación del músculo y activa la circulación sanguínea, aliviando así las molestias.

Tratamiento para el dolor de ciática

Según la Dra. Ester López Pérez, Coordinadora Unidad del Dolor del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, el dolor ciático puede llegar a ser muy incapacitante: "Según la intensidad el paciente puede estar muy limitado para realizar una vida normal y es causa de visitas frecuentes al médico de Atención Primaria".

Existe una amplia gama de opciones de tratamientos no quirúrgicos de la ciática, de entre ellos, la Dra. López recomienda los relajantes musculares, antiinflamatorios y corticoides intramusculares."Estas son las medidas terapéuticas más utilizadas, aunque en casos rebeldes se puede necesitar opioides menores y neuromodulares", explica.

  • No tomes ningun medicamento por tu cuenta, debe ser el médico quien lo prescriba.

En cuanto a medidas intervencionistas realizadas por especialistas en dolor, están las infiltraciones epidurales, caudales y radiculares.