En el libro "5 semanas para ordenar tu casa" Cristina Muñoz Bolaño nos da consejos muy útiles.
Si te cuesta encontrar las cosas en casa o ya no sabes dónde meter la ropa, tal vez ha llegado el momento de dedicar algo de tiempo a organizar y ordenar. Piensa que, aunque te dé pereza, después de ordenar te sentirás mejor.
Pero si el desorden es tal que no sabes ni por dónde empezar, los consejos que la asesora de organización y orden Cristina Muñoz Bolaño aúna en su libro "5 semanas para ordenar tu casa" (RBA Libros) pueden serte muy útiles.
Ten en cuenta que "el orden nos calma porque trae armonía y en él nos sentimos tranquilos. En cambio, un espacio desordenado nos hace perder el tiempo, nos cansa y aumenta nuestro nivel de estrés (está comprobado que sube el cortisol). Puede, incluso, afectar a las relaciones familiares porque da lugar a más discusiones", remarca esta experta.
Una casa limpia y ordenada ayuda a estar de mejor humor y proporciona una sensación de calma y bienestar
Por eso es importante que te tomes la tarea de ordenar como una oportunidad, no como una obligación. "Piensa que cuanto más desordenado está tu hogar, más minutos tardarás en encontrar lo que buscas, y esto debería ser otra de nuestras principales motivaciones para tener bajo control nuestra casa", opina Muñoz Bolaño.
Ordena bien tu casa en 6 pasos
A continuación destacamos algunas de las claves más importantes, recogidas en el manual de esta experta, para lograr mantener la casa ordenada y despejada.
- Márcate un plan de acción. Ten presente que lo que se desorganizó en muchos días no puede reorganizarse en uno. Para restaurar el orden debes ser paciente y constante.
- Proponte no acumular por acumular. Cuando el orden no se mantiene, el problema de base suele ser siempre el mismo: la cantidad de cosas es desproporcionada respecto al espacio en el que se guardan. Por eso, reducir lo que tienes es fundamental para que el orden se mantenga.
- Otorga un valor a cada objeto antes de decidir si lo tiras o no. Ese valor irá relacionado con su frecuencia de uso: será alto si lo empleas a diario; medio cuando lo utilizas varias veces en semana; bajo si lo disfrutas con poca frecuencia y nulo si lo tienes olvidado.
- Haz clasificaciones según ese valor. En el primer montón pon lo de valor alto y medio, en el segundo lo de valor bajo y en el tercero lo nulo. Por el poco uso que le das, deberías deshacerte del tercero sin muchos miramientos.
- Lo que guardes, colócalo por frecuencia de uso. Con los cajones o estantes vacíos y ya limpios, ordena las cosas según el valor otorgado. Tus preferidas son las que deben ser más accesibles, para que cogerlas te lleve tan solo unos segundos y no tengas que revolver armarios o cajones (con el desorden que eso provoca).
- Pon los objetos que más usas en baldas que queden a la altura de tu pecho, los que utilizas varias veces al mes por debajo, y los que empleas esporádicamente por encima de tu cabeza.
Claves para mantener la casa ordenada por más tiempo
Para hacer realidad tu objetivo de ordenar tu casa y ganar en comodidad y paz mental, la asesora de organización recomienda lo siguiente:
- Empieza por lo más fácil. Si comienzas por lo más complicado, es probable que la tarea te sobrepase y acabes abandonando. Pero si, en vez de eso, al principio eliges pequeños objetivos que llevan poco tiempo (el cajón de los cubiertos, los zapatos del armario...), te será más fácil crear el hábito y mantener la motivación.
- Establece objetivos diarios y semanales. El semanal puede ser ordenar una habitación, que debes dividir en seis metas diarias. Una vez decididas, calcula el tiempo que crees que vas a tardar en hacerlas y distribúyelas a lo largo de la semana, empezando por las más cortas. Dedica el primer día de la semana a esta tarea de organización.
- Céntrate en una estancia. No dejes a medias una habitación o trates de ordenar dos a la vez. Si has empezado, por ejemplo, por el dormitorio, enfócate en él, como si el resto de la casa no existiera. Una vez lo tengas ordenado (ya sea en una semana o en dos), ya puedes pasar a hacer lo mismo con el siguiente objetivo de otra habitación.
Cómo evitar el caos y el desorden en armarios y cajones
El armario de la ropa
Selecciona como máximo diez prendas de arriba (blusas, tops...) y otras diez de abajo que combinen entre sí y con las que te sientas cómoda actualmente. Tal vez te parezca poco, pero si te pones a analizar lo que vistes con frecuencia, te darás cuenta de que al final acabas jugando con pocas prendas. Usar cajas con compartimentos o colgadores verticales ayuda a organizarlo mejor.
Los cajones y baldas de la cocina
Haz una lista con los objetos básicos e imprescindibles y elimina todo lo que no usas (también lo que está repetido o estropeado).
Por ejemplo, calcula la cantidad de paños y bayetas que empleas a la semana y no acumules de más en la cocina. Guardarlos doblados en vertical ayuda a que no se desordenen.
El espacio de almacenaje del baño
Solemos guardar cosas pequeñas en él, por lo que los accesorios para ordenar (cajas con separadores, por ejemplo) pueden ser muy útiles para mantener las cosas en su sitio. Eso sí, siempre y cuando no haya objetos de más.
Un consejo final: por cada cosa que entre, una debe salir
Una vez todo está en su lugar, para mantener el orden es imprescindible que el número de cosas no vuelva a aumentar. Añade prendas o utensilios nuevos solo si van a sustituir a otros.