Microgordofobias: ¿qué prejuicios tienes sobre las personas obesas?

Las microgordofobias son los prejuicios que tenemos frente las personas obesas: "son más perezosas, tienen menos éxito personal o laboral...". Estas actitudes, muchas veces inconscientes y automáticas, hacen más daño de lo que nos pensamos.

Actualizado a
Grasofobia: los perjuicios contra las personas con kilos de más
iStock by Getty Images
Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Las personas con obesidad no solo tienen más riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, articulares, neurológicas o cáncer. Los kilos de más también afectan psicológicamente a la persona, pero este es un aspecto mucho menos estudiado.

"Una persona con kilos de más corre el peligro de sentirse menos válida y, por tanto, menos merecedora de cariño, oportunidades o respeto", explica Amalia Gordóvil Merino, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias del Educación de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) en un artículo de dicha universidad.

Y es que los prejuicios entorno a las personas obesas son más comunes de lo que creemos y están tan interiorizados que muchas veces ni siquiera somos conscientes de ello. En psicología es lo que se conoce como microgordofias.

Gordofobia y microgordofobias

En España, un 16,5% de hombres y un 15,5% de mujeres mayores de 18 años sufren obesidad, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Una cifra que se eleva a un 44,9% y un 30,6% respectivamente en caso de sobrepeso.

Por gordofobia se entiende el sesgo que se aplica a las personas que no entran dentro de los estándares corporales considerados normales y que lleva a infravalorarlas o discriminarlas.

La gordofobia sería una forma de rechazo más abierta y evidente, pero también hay microgordofobias, formas de rechazo menos evidentes y socialmente legitimadas que se sustentan en una serie de prejuicios muy interiorizados respecto a las personas con sobrepeso.

Qué prejuicios hay sobre las personas obesas

Sobre la personas con sobrepeso u obesidad hay muchas ideas preconcebidas que damos como ciertas y que sin duda influyen en cómo las vemos a nivel personal, laboral o social. Una visión que sin duda puede afectar a la autoestima del afectado. Amalia Gordóvil y Ferran Giménez, sociólogo y profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, citan en el artículo algunos ejemplos de los prejuicios más extendidos:

  • Las personas obesas no resultan atractivas.
  • No tienen una vida sexual activa.
  • No tienen éxito a nivel personal o laboral.
  • Todo el mundo que tiene sobrepeso se alimenta mal o tiene malos hábitos de salud.
  • Son perezosos y no se esfuerzan.
  • Están así porque quieren.
  • La misma palabra graso o grasa tiene una connotación peyorativa: no es una característica, sino un insulto.
  • En los hombres, estar gordo se asocia al hecho de ser gracioso; en las mujeres, se asocia al hecho de ser mala.

"En las redes sociales es habitual ver a gente que afirma que una mujer con kilos de más en bikini en una campaña publicitaria fomenta la obesidad. Si aparece una pareja en la que un miembro tiene un cuerpo normativo y el otro tiene sobrepeso, los comentarios se dirigen hacia las habilidades ocultas o la irresistible personalidad de quien no cumple los estándares de belleza", se apunta en el artículo.

La obesidad es un gran problema de salud, pero también es una enfermedad compleja que no depende solo de los hábitos de vida.

A pesar de ello, es una enfermedad que estigmatiza al afectado: al obeso se le culpa de sufrir obesidad.

"Aunque empieza a haber movimientos de concienciación social, todavía vivimos en una sociedad que promueve un patrón único de belleza en la que parece que la única forma de encajar socialmente es tener un cuerpo normativo", afirma Amalia Gordóvil.

Obesidad y riesgo de depresión

"No somos conscientes del sufrimiento que estos prejuicios pueden provocar en la personas obesas", subraya Gordóvil en el artículo de la UOC.

Por eso las personas con sobrepeso u obesidad tienen más riesgo de sufrir ansiedad y bajo ánimo que "pueden provocar un trastorno depresivo o un trastorno de la conducta alimentaria", añade.

La obesidad y la depresión son dos trastornos que se retroalimentan. Se sabe que las personas obesas tienen un 50% más riesgo de sufrir depresión. Y que las personas con depresión tienen un 50% más riesgo de obesidad.

Las humilllaciones, las burlas o la discriminación sufrida a causa de los kilos de más puede llegar a tener un gran impacto emocional y favorecer un trastorno depresivo. Y las personas con depresión suelen dejar a un lado los buenos hábitos de vida, se cuidan menos y tienen más riesgo de ganar peso.

Si hay una etapa en la que la gordofobia puede hacer daño es la adolescencia. Los adolescentes sienten una gran necesidad de pertenencia al grupo, de ser aceptados por los amigos, y están muy expuestos a críticas y burlas en las redes sociales. "Hay personas muy resilientes o que han hecho un buen trabajo para sobrevivir a estas injusticias", señala Gordóvil, pero otras muchas pueden quedar marcadas emocionalmente toda la vida.