El mindfulness (o meditación de atención plena) es una de las prácticas de gestión del estrés que más se ha extendido en los últimos años en los países occidentales.
Su éxito se basa en que ofrece muy buenos resultados y evidentes desde el principio y no requiere de grandes aprendizajes. Se basa en centrarnos en el momento presente, dirigiendo la atención plena a lo que estamos haciendo.
¿Puede ir mal en algún sentido? Podría parecer que no. Sin embargo, investigadores del comportamiento de la Universidad de Washington (Estados Unidos) han presentado un estudio con desventajas imprevistas.
Emociones negativas necesarias
Los investigadores querían saber qué repercusiones tenía el mindfulness en la reducción de emociones negativas, como la culpa, la rabia o la ira.
“Las emociones negativas pueden no ser agradables, pero nos ayudan a abordar situaciones sociales y a mantener relaciones con los demás”, ha explicado el profesor Andrew Hafenbrack, primer autor de la investigación.
Si te ves culpable, puedes intentar reparar el error, y el mindfulness frena ese sentimiento
Hay situaciones evidentes: si una persona se enfada, le grita a su jefe o a otros, puede provocar que le despidan o causará una situación de inseguridad en los demás. “Sabemos que eso no es bueno”, explica. “Sin embargo, no todas las emociones negativas son iguales y dependen del tipo de comportamiento que generan”.
¿Cuándo se dan esos otros comportamientos positivos? Pues si uno se siente culpable, intenta centrarse en enmendar el error y realizar acciones reparadoras.
El problema de quitarse culpa
"Meditar puede reducir los sentimientos de culpa, limitando así algunas reacciones como la generosidad que son importantes para las relaciones humanas", ha añadido el profesor Hafenbrack.
Los investigadores creen que es una obligación de la ciencia destacar los aspectos positivos de las técnicas de meditación, relajación y gestión de sentimientos negativos. Igual que también es necesario plantear sus posibles efectos contraproducentes. “Y relajar de vez en cuando nuestra brújula moral supone un riesgo”, apunta este investigador.
La meditación durante cortos periodos de tiempo es una herramienta que puede hacer que la gente se sienta mejor. “Es como tomarse un analgésico cuando tienes dolor de cabeza”, ejemplifica. Sentirse mejor no siempre es lo que conviene.
Cómo se ha investigado la meditación
Para entender bien cómo afecta las prácticas de meditación, el equipo de investigación reclutó a más de 1.400 personas para que practicaban mindfulness en Portugal y Estados Unidos.
El meditar concentrándose en uno mismo afecta a la moral, si meditas pensando en el amor a otros no pasa
Su primer objetivo era comprobar si la meditación de atención plena reducía el sentimiento de culpabilidad.
- Se pidió a unos voluntarios que escribieran de una situación pasada que les hacía sentirse culpables y a otros escribir que habían hecho ayer.
- Se les puso a continuación una grabación de un guía de mindfulness que les invitaba a dejar vagar su mente.
Todos admitieron sentirse después menos culpables por lo que habían hecho. También algunos de los que en su escrito del día previo también habían apuntado a una situación de la que se arrepintieron inicialmente.
Otros experimentos con mindfulness
Los investigadores provocaron hasta seis experimentos diferentes para confirmar si el mindfulness afectaba a comportamientos sociales reparadores.
Por ejemplo, en uno de estos experimentos se buscó ver si este tipo de meditación entorpece las acciones de hacer las paces con un amigo, después de haberle perjudicado de alguna manera.
Se pidió a los participantes que decidieran qué hacer con cien euros: donarlos a una oenegé en África, comprar un regalo para un amigo con el que se portaron mal o quedárselos. Entre los que habían practicado mindfulness justo antes, hubo un 17% menos que lo dedicaron al amigo.
- Según el estudio, la conclusión es que el mindfulness reduce la tendencia a reparar los daños que causamos a los otros.
“Esta investigación sirve de advertencia a aquellos que buscan en la meditación reducir sentimientos negativos, sentimientos que a veces son necesarios para tener un comportamiento moralmente aceptable”, añaden los investigadores.
Meditando sobre la bondad
Los estudios se han hecho sobre todo con las técnicas de meditación que se centran en la respiración. También se han empleado otras, como la meditación de bondad. Consiste en meditar evocando otras personas y enviándoles sentimientos de felicidad y bienestar.
La conclusión es que el mindfulness reduce la tendencia a reparar los daños que causamos a los otros
“Nuestra investigación sugiere que estas meditaciones bondadosas tienen beneficios en la reducción del estrés sin que en este caso se produzcan afectaciones en los sentimientos de reparación de daño”, añade el estudio.
El hecho de que se centre en los otros y en sentimientos de amor compensa esa posible desviación moral del mindfulness. Así se comprobó en otro de los experimentos. Tras seguir esta técnica de meditación, el efecto fue al contrario. Hubo más intención de reparar el daño hecho entre los voluntarios.