Si piensas en qué pueblos son más extrovertidos, sociables y alegres, los tópicos se acumulan. Los finlandeses no son tan fríos como su clima, y los estrictos alemanes son los primeros en compartir una mesa con desconocidos.
Los españoles tenemos fama de abiertos y juerguistas. Sin embargo, las estadísticas distan mucho de esta seguridad. Al contrario, la dificultad para hacer amigos es un problema que nos preocupa.
Un tercio cree no tener bastantes amigos
El último estudio revela que un 35% de personas está preocupada por si tiene suficientes amigos. Más de la mitad de los adultos cree que es difícil hacer amigos de verdad, y un 17% reconoce que no sabe cómo hacer nuevas amistades.
Son datos de una encuesta de la empresa demoscópica Ipsos Digital, que pone en evidencia que nuestros hábitos también han ido cambiando y la forma de relacionarnos se han visto afectada.
Uno de los factores clave es por supuesto la aparición de las redes sociales. Las relaciones en línea han sido una nueva forma de conocer gente, a veces haciéndonos tener inseguridades sobre la fiabilidad de esa relación.
Según Whitney Herd, director de Bumble, una de las aplicaciones para encontrar amigos, estas apps han aparecido porque “existe una necesidad de buscar personas por proximidad, intereses o experiencias comunes”. A su entender, ahora se prioriza los intereses compartidos y la confiabilidad más que el tiempo que llevamos siendo amigos.
¿Cuántos amigos hay que tener según la ciencia?
Tener amigos de toda la vida o recientes pero confiables son indudablemente necesarios. Hay diversos estudios que hablan de los beneficios de la amistad. Psicólogos de la Universidad Brigham Young, en Estados Unidos, por ejemplo, concluyeron que la falta de amigos aumenta el riesgo de muerte a unos niveles comparables al tabaco, el alcohol y más que el sedentarismo y el sobrepeso.
¿Y cuántos amigos son necesarios para nuestra salud mental y bienestar? Hace treinta años, antes de la aparición de internet, el antropólogo Robin Dunbar, catedrático de la Universidad de Oxford, estableció cuatro círculos de amistad:
- Las amistades íntimas son entre 3 y 5 personas.
- Las buenas amistades pueden ser hasta una decena.
- Las personas por las que sentimos afecto y confianza pueden llegar a ser 30.
Un grupo social amplio, él habla de hasta 150 personas, con el que nos relacionamos más y nos preocupamos de su suerte.
Lo que dicen los cálculos informáticos
“La cantidad de buenos amigos que una persona debe tener puede variar mucho dependiendo de la personalidad y las preferencias individuales. Lo más importante es la calidad de las amistades, no la cantidad.”
Este comentario lógico y con el que seguramente muchos estarían de acuerdo no es humano. Es la respuesta que nos ha dado el ChatGPT. ¿De dónde ha sacado esta deducción? “No proviene de una fuente específica, sino de una comprensión general de cómo funcionan las relaciones interpersonales”, te responde.
“No importa cuántos amigos tengas, siempre y cuando sean relaciones significativas y positivas”, añade. “Recuerda que cada persona es única y puede tener diferentes necesidades y preferencias cuando se trata de amistades.”
Las redes no cambian la amistad
Las nuevas teorías que plantea la ciencia van en esta dirección. No todos están de acuerdo con los número que planteaba el profesor Dumbar. Creen que con la aparición de internet cambia el paradigma.
Dumbar se ratificó en sus conclusiones en 2016 con otro análisis. Dijo que las redes sociales no cambian los patrones de amistady que “la verdadera amistad requiere una interacción cara a cara al menos ocasional para que se mantenga”.
Lo que se mantiene inamovible es que la amistad es una de las cosas que hace más feliz a la gente, por encima de las posesiones. Según la última investigación de la Universidad de Harvard, la base de la felicidad son relaciones positivas a lo largo de la vida.
Señala tres tipos de amistades:
Los amigos del trabajo, que serían útiles.
Los placenteros, con los que te diviertes.
Un grupo pequeño de amistades perfectas, que te completan y te hacen sentir bien.
- Y desde Harvard puntualizan que todas son importantes.
Cuánto se tarda en hacer un amigo
Aristóteles, el gran experto en la amistad de la antigüedad, ya dijo que “es una fruta de maduración lenta”. También los estudios psicológicos han tratado el tema.
- Se necesitan 50 horas para que una relación esporádica pasa a ser amistad firme.
- Han de pasar 90 horas para que se pase de amistad a buen amigo.
- Y 200 horas para que se convierta en amigo íntimo.
Pero son cifras que más parecen cálculos de la Inteligencia Artificial. La amistad es más complicada que simples números. Por fortuna, no somos robots. Las relaciones humanas no tienen un único patrón.
Quizá conoces a alguien y en pocas horas sientes que es ideal para ti. No te equivocas y esa persona te basta.