¿No has conseguido desconectar del trabajo en vacaciones? Puedes sufrir sisifemia

Si no has podido desconectar del todo durante las vacaciones, te exiges demasiado en el trabajo y te obsesiona no lograr las metas, puedes sufrir sisifemia. Un trastorno que se extiende y que un catedrático de medicina nos ayuda a identificar en este artículo.

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No desconectar trabajo sisifemia
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Hay personas que viven en situación de continua exigencia incluso cuando están de vacaciones.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

El mundo laboral siempre ha sido muy competitivo. La pregunta es si alguna vez lo ha sido tanto como ahora. Los jóvenes pugnan por unos trabajos a los que se ofrecen asumiendo precariedad laboral. Los mayores se enfrentan cada año a nuevos retos tecnológicos. La Inteligencia Artificial amenaza muchos puestos de trabajos.

Es esta situación de continua exigencia está pasando factura a muchos trabajadores. Ya se han acuñado algunos términos, como el burnout, para explicar médicamente el estrés laboral y el cansancio. Pero ahora ha surgido un nuevo problema.

Qué es la sisifemia

La sisifemia es el trastorno provocado por un alto nivel de autoexigencia, por tener la sensación de que nunca se acaba de terminar las tareas pendientes y el temor de no poder llegar a cumplir objetivos.

Provoca el agotamiento psíquico y físico de un empleado que se ve obligado a responder a unos objetivos inalcanzables”, explica el doctor José Manuel Vicente, catedrático Medicina Evaluadora Pericial, y que fue quien primero acuñó el término.

El nombre deriva de Sísifo, el mito griego al que los dioses condenaron a subir eternamente una roca que cada vez que iba a alcanzar la cima volvía a caer.

En este caso, los culpables de este trastorno tanto puede ser la empresa, con una exigencias de trabajo excesivas, como el propio trabajador al autoimponerse esos criterios

Qué consecuencias tiene la sisifemia

Una de las señales de que puedes padecer sisifemia es el no haber podido desconectar del todo del trabajo durante las vacaciones. Tienes la sensación de que vas a fallar si no tienes una línea abierta con la empresa o con los temas pendientes.

Veíamos a gente emocionalmente destrozada, que acababa fatal y terminaba desarrollando otros síntomas. En ocasiones se podía aludir a una situación de desánimo o de ansiedad constante pero sin darle nombre específico”, ha explicado el doctor Vicente en declaraciones al diario El País.

La sensación de que tenemos éxito hace que produzcamos neurotransmisores como la serotonina o la dopamina que son positivos. Pero cuando tenemos la sensación de que las cosas no nos van bien, generamos estrés negativo: cortisol, noradrenalina y adrenalina.

Ese estrés laboral el cerebro lo percibe como situación de peligro. “Y todos estos neurotransmisores que se segregan porque nuestro cerebro ha interpretado que estamos en estado de peligro actúan, a largo plazo, dañándolo", explica la psicóloga Agnès Brossa, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)

Cómo nos afecta física y mentalmente

Este estrés, los problemas de sueño y la dificultad de desconectar se pagan. Las consecuencias de la sisifemia pueden ser psicológicas y también tener repercusiones físicas:

  • Cambios de humor, ansiedad y si se alarga en el tiempo, cuadros depresivos.
  • Empezar la jornada ya cansado.
  • Taquicardia, palpitaciones en el pecho, si la ansiedad se alarga.
  • En última instancia, también afecta a la presión sanguínea y por tanto al riesgo de infartos o ictus.

Estamos en una relación insana con el trabajo y para remediarlo hay que intentar bajar el ritmo y ponerse límites. Saber que es el trabajo o tu salud. Evita sentimientos de culpa.

Quién tiene más riesgo de padecerla

Las personas con sisifemia tienen algunos puntos en común, eso permitió definir la causa y el problema. Son personas que no pueden distanciarse del trabajo en los periodos de descanso, ni en vacaciones ni en sus horas libres. Les cuesta no darle vueltas en la cama a temas laborales: a cómo se podía haber hecho mejor o si respondió bien al jefe.

Por tanto, las personas con un alto sentido de la responsabilidad, autoexigentes o perfeccionistas son los que tienen más riesgo de sufrir sisifemia.

Respecto a las profesiones, es más común en trabajos vocacionales y en los que hay más presión: médicos, trabajadores de despachos de abogados o de asesores financieros, trabajadores sociales, entre otros.

En qué se diferencia del burnout

No hay que confundir la sisifemia con el burnout, que significa literalmente “estar quemado”. Esta patología, ya asumida por la Organización Mundial de la Salud, suele aparecer tras años de vida profesional. El trabajador siente que ya no pertenece a la empresa o que ya no se le valora.

Es un problema que se cuece a fuego lento, por seguir con la metáfora del nombre. La persona lo va notando cada vez más en un periodo largo y por efecto acumulativo de actos que le hacen sentirse menos apreciado.

En cambio, la sisifemia responde a la premura diaria del cumplimiento. Hay mucha conexión entre la empresa y el trabajador y las consecuencias aparecen en un periodo mucho más corto de tiempo”, ha explicado el doctor Vicente.