El término cricketing viene del sonido que hacen los grillos y que refleja una sensación continua de espera impaciente.
Con la extensión de las aplicaciones de citas, casi todas de ámbito global, se hacen también global algunos comportamientos no del todo sanos. Nos llegan con el nombre inglés, pese a que es un tipo de comportamiento común en muchas culturas en cuanto a relaciones se refiere.
Lo curioso es que algunos de estos comportamientos se extienden de repente como una moda, incluso entre gente que en principio no pensaba usarlos, y que ahora los ve como algo popular. Es lo que pasó con el ghosting, dejar a un contacto en la aplicación de citas o en redes a base de ignorarlo. Cortar sin decirlo.
En qué consiste el cricketing
Entre las formas maleducadas de mantener una relación por internet se ha extendido ahora el cricketing. No es tan dura con como el ghosting ni su versión aún más radical, el cloaking, que es bloquear directamente al contacto.
El cricketing es un ni sí ni no. Consiste en que este nuevo contacto te deja un tiempo largo en espera después de que hayas entablado la conversación antes de responder. Por ejemplo:
- Deja los mensajes como visto, pero no contesta.
- Deja sonar el teléfono.
- Pospone una cita repetidamente.
En resumen, te da largas sin rechazarte. El nombre viene del sonido que hacen los grillos, y que refleja muy bien esa sensación de espera impaciente. El propósito es crear expectación e incertidumbre, frustración y deseo a partes iguales.
Cómo has de reaccionar al cricketing
Parece muy novedoso, pero el dejarse querer es viejo como la vida misma. Antes de que apareciera internet en nuestras vidas, hombres y mujeres se hacían los interesantes dejando a la espera una nota, una carta o, ya en el siglo XX, una llamada.
El cricketing puede ser el indicio de que es una persona con poca empatía o manipuladora que nos lleve a una relación tóxica
No obstante, quizá las nuevas generaciones pueden estar descubriendo con las aplicaciones estos juegos de las relaciones. Juegos que pueden ser una forma de crear más interés o un indicio de que estamos ante una persona egoísta que nos va introducir en una relación tóxica. Porque la realidad es que no contestar en cuanto se tiene ocasión, en general, es un signo de mala educación.
Por eso, has de analizar cómo te afecta esta actitud. No podemos generalizar. Quizá la persona que hace el cricketing busca no mostrar fragilidad y reacciona indicando así que mantiene el control de la conversación. O es verdad que no ha tenido tiempo. La solución es hablarlo. Explicarle cómo te afecta que tarde tanto.
Por qué se ha extendido este comportamiento
Las aplicaciones de citas se han convertido en un instrumento básico en las relaciones. Gran número de las personas solteras y que buscan nuevas relaciones las usan. Se calcula que al menos un 10% de españoles las utiliza.
“Las reglas de las citas están cambiando día tras día y lo vemos tanto en la forma en que las personas abordan las relaciones, como en la forma de conocerse”, explica Alba Durán, responsable de marketing de la aplicación Bumble.
Las generaciones más jóvenes no están acostumbradas a esperar. Son mucho más impacientes. En el cricketing se ha visto un instrumento de manipulación mucho más potente del que tenía en generaciones precedentes.
Cómo saber si una relación es tóxica
Puede ser un juego amoroso, y como todo juego, crear expectativa. Pero se ha de vigilar tanto por parte de quien lo hace como de quien lo sufre. Un pequeño retraso en contestar entra en el juego.
Sin embargo, un retraso largo, de días, semanas o meses antes de contestar, lo más probable es que tenga una intención negativa. De entrada es una señal de poca empatía. Una búsqueda de menospreciar, de querer convertir a la persona en una marioneta a su antojo, pendiente de la respuesta.
Démosle la vuelta. Puede ser al revés. Una pequeña espera, puede desvelarnos que la persona a la que le hemos hecho un corto cricketing se enoja e impacienta con relativa facilidad. Puede resultar tan insistente y obsesivo que nos dé pistas de que esa persona no nos conviene.
No olvides que las relaciones sanas son las del diálogo franco y directo. Ni el cricketing, ni el breadcrumbing (dar pequeñas muestras de cariño sin comprometerse nunca) o el gaslighting (la manipulación emocional del otro) auguran nada bueno en la relación.